sábado, 9 de febrero de 2008

¿MUY OCHENTERO?

El día que me propuse poner en marcha este blog, me impuse como norma evitar hablar a fondo de todo aquel producto de consumo (y entretenimiento) que me pareciera una basura. ¿Por qué?, pues porque en internet ya hay suficiente mal rollo, crítica mal intencionada y, digámoslo claramente, envidia rabiosa como para que ahora venga yo y siga alimentando todos esos sentimientos tan negativos. Sin embargo, hay veces en las que el palo que uno recibe es tan intenso que no puede evitar esputar un poco. Permítanme que lo haga, aunque sea únicamente para abrazar otro tema que nos viene de refilón.
El atesorador de cine terrorífico, pero sobre todo, el aficionado a la serie B y Z, es alguien hecho de una pasta especial. Hay que tener unas tragaderas de órdago, y un estómago a prueba de bombas. Y no lo digo porque si, llevo lustros en esto de la caza de cine chungo. De los inolvidables paseos por la ciudad en busca de video-clubs, he pasado a los video-cajeros e internet. Los tiempos cambian, las técnicas de búsqueda pueden carecer de encanto, ¿para qué negarlo?, pero la costumbre no se pierde y el fin es el mismo: Mantener en positivo una fe que ya querrían muchos católicos a la hora de alquilar "cosas raras" sin saber con que cojones te vas a encontrar cuando llegues a casa. Y a pesar de las miles y millones de basuras que me he zampado, aún hoy me ofendo y me cabreo cuando malgasto 90 minutos de mi tiempo en algo que me desagrada (pero volveré a hacerlo, pueden apostar por ello).
Mi último disgusto se titula "Hellbreeder", una auténtica basura horrible sin nombre ni vergüenza sobre la que no profundizaré más de lo que acabo de hacer. Sin embargo, sí comentaré cómo en la cubierta del dvd en cuestión, se garantizaba que el producto contenido era un film "al estilo del terror de los 80". A ver, que uno no es tonto, la veteranía es un grado y sé que nunca debo creerme nada (empezando por la carátula), pero no niego que tal afirmación llamó mi atención, "¿Será verdad?" me dije, consciente de que los 80 vuelven a estar de moda, específicamente cuando hablamos de cine de género (el otro, el serio, se apoya en los 70, y los auteurs, aunque se rían de Hollywood, cometen el mismo "error" que un crítico sesudo puede achacarle a las producciones de consumo rápido. Vale, el terror moderno aún a estas alturas sigue copiando de Romero, Carpenter, Argento o Craven... pero es que los auteurs hacen tres cuartos de lo mismo con Dreyer, Bresson, Godard o Renoir... así que no me vengan con monsergas).
Obviamente, y previsible como suena, "Hellbreeder" no tiene nada de ochentera. Tampoco lo tuvo el remake de "Terror en Amityville" cuando un conocido así me lo garantizó por sms el día del estreno (¿un remake ochentero de una peli setentera?). "Alta Tensión", y la versión de "Las colinas tienen ojos" según Aja, los "Hostel", "La tierra de los muertos vivientes", "Transformers", el regreso de "John McClane", el de "Rocky Balboa" y, sobre todo, "John Rambo" se mueven en la supuesta tendencia estética y narrativa que imperaba en los 70 y, sobre todo, los 80. Pero una cosa es que se inspiren en esas décadas con resultados agradables, teniendo en cuenta como está el panorama (es decir, en el país de los tuertos...), y la otra es que lo logren y, sobre todo, lo igualen. Mola decir "es muy ochentera" a pesar de que el término está ya sobre explotado y cualquier cosa que no sea demasiado "de los 90 o el 2000 y pico" es tildada de ello, pero que nadie se lleve a engaño, los 80 fueron los 80, y punto. No volverán, no son, ni serán.
Los que vivimos ese cine en directo, acudiendo a las salas para ver "Rambo" (es decir, "Acorralado, 2ª parte"), "Desaparecido en combate 1, 2 y 3", "Exterminador 1 y 2", "El guerrero americano", las desventuras de Charles Bronson en las oficinas de la "Cannon", las producciones sobre el breakdance, las comedias adolescentes ("Los Rompecocos" misma) y sobre todo toooodos los títulos de terror y aledaños producido en ese momento (que son muchísimos, los conocéis de sobras y no los voy a citar), sabemos que, por mucho que intenten recrear aquello, NO lo están consiguiendo. Somos privilegiados, como lo fueron los que vieron los grandes títulos de los 70 en salas, y así podríamos seguir hacia atrás, 60, 50.....
Afrontémoslo, la gracia del cine ochentero es que se hizo en los 80, y allí pertenece, la sociedad no es la misma, la mentalidad es distinta, y el modo en que aquello se creó y afectó a nuestras mentes pertenece a un tiempo específico. Al supuesto cine ochentero actual se atribuyen muchas cualidades estético-narrativas que en realidad no pertenecen al original de la época. Vamos, que hemos perdido el norte... aunque si la gente vive más feliz respaldada en una mentira, ¿para que voy a ser yo el que los despierte?.
Por cierto, me encanta el "Casino Royale" con Daniel Craig... probablemente porque es un Bond muy del siglo XXI.