domingo, 1 de junio de 2008

EL AVIADOR NOCTURNO

Ahora que Stephen King vuelve a estar en primera plana gracias a títulos como la aburrida "1408" o la muy lograda "The Mist", hay que recordar que durante un tiempo, por ahí los noventa, el escritor de Maine había sido relegado a una segunda, puede que tercera, división. Básicamente, el medio televisivo era el único que abrazaba gustosamente cada nueva intención de convertir sus textos en imágenes. No todo lo resultante era basura, ni mucho menos, cosas como "The Langoliers" o "La tormenta del siglo" tenían su qué (de hecho, algún día escribiré una reseña reivindicativa del primero), luego venían los tochos ("Red Rose") y, directamente, la caca de vaca ("El resplandor" versión caja tonta). Entre todo ese mogollón destaca por méritos propios "El aviador nocturno", o al menos eso creo yo.
Esta es la extraña historia de un siniestro aviador que a medianoche aterriza en pequeños aeropuertos de pueblo y se carga al primer pobre incauto que se le plante delante. Richard Dees, un ultra-misántropo periodista de la prensa más amarilla, es enviado a investigar los crímenes, creándose una especie de conexión mental entre él y el asesino.
En su momento decían que "El Aviador Nocturno" bebía mucho de la entonces influyente moda "Expediente X", y es posible que así sea, pero dado que yo nunca fui seguidor de las aventuras de Mulder y Scully, es algo que no podría certificar. Vale, a la peli le sobra blabla y le falta algo más de cañeta, aunque de haberla ahila gracias a las artes de la KNB Group que se curra unos efectos gore más que solventes, pero en general rezuma una atmósfera inquietante que la favorece mucho, incluso cierta falta de lógica que incomoda (de modo positivo). Sin embargo, y para un servidor de ustedes, la idea que se lleva la palma es la de presentar a un vampiro que ¡¡se cree vampiro!!, y tanto es así, que a pesar de estar a mil kilómetros de distancia de la elegancia señorial de Drácula (este es un chupa sangre bastante bruto y feo), insiste en disfrazarse como lo haría Bela Lugosi y llamarse Dwight Renfield, es decir, el nombre del actor que interpretara al apellido (Renfield) en la versión del Drácula encarnado por el mentado Lugosi. Retorcido, ¿eh?. Encima le vemos mear en un urinario público y lo que saca es, cómo no, sangre. Sí amigos, las criaturas de la noche también orinan.
Protagonizada por un seco Miguel Ferrer (sí hombre, ¡el de "Robocop"!), con el ex-socio de George Romero, Richard Rubinstein, en tareas de producción y dirigida por el ignoto Mark Pavia (a la peli comentada le seguiría una cosa titulada "Slice", con protagonismo de Michael Berryman, y luego 8 años de silencio), "El aviador nocturno" es una pequeña peli a tener en cuenta por sus generosos atributos... vale, podría ser mejor, pero también, y visto cómo eran las adaptaciones de King en ésa época, mucho peor.