sábado, 2 de agosto de 2008

MASSACRE AT CENTRAL HIGH

Título de culto en las Américas, "Massacre at central high" es una de aquellas películas que, en la era dorada del video-club, tuve en las manos cientos de veces, pero nunca me acababa de decidir si quería alquilarla o no. Pasaron los años, volví a tener una oportunidad en un mercadillo, pero una vez más decliné la oferta. ¿Quién sabe?, tal vez temía verla para no llevarme una decepción. Con ese título, y esa carátula (desafortunadamente no he podido contar con la exacta para ilustrar este escrito), algo bueno debía de tener. Eso y que Bruce Campbell la tiene entre sus diez favoritas, dentro del apartado "Tan malas que son buenas". Al final decidí tirar de la era dorada del equino para agenciármela, y aunque ha tardado en aterrizar, ya puedo porfin decir que he roto la maldición.
Y la pregunta es: ¿Valía la pena?. Sinceramente, no.
"Massacre at central high" cuenta la historia de un insti en el que un grupo de matones tienen acojonados a un grupo de fricos. En eso que llega un chico nuevo, y resulta ser amigo de uno de los matones. Pero claro, no le mola lo que ve, y pronto se enemista con ellos, hasta el extremo de que, como venganza, los chungos le dejan medio lisiado. ¡Huy, lo que han hecho!, poco se imaginan que en realidad el chaval es un psycho-killer, y pronto comenzará la escabechina. Lo curioso, y novedoso, del caso, es que una vez aniquilados todos los matones, los fricos comienzan a créerselo demasiado, tanto, que terminan convertidos en otros matones. Evidentemente, el psycho no tardará en acabar de completar los deberes.
En los USA se vende como un "slasher", pero no lo es. Se trata de un film de acción, o un thriller, que en muchos aspectos se adelantó a títulos como "Curso 1984", "La gran revancha" o "Heathers" (en la que Christian Slater interpretaba un poco el mismo papel protagonista, aunque con más sorna). Las muertes no son especialmente gores, pero sí un pelín retorcidas, recreándonos en aquella del ex-frico que se lo monta con dos tipas en una tienda de campaña junto a un acantilado, y con ayuda de dinamita el prota se encarga de que un montón de piedras les corten el rollo.
"Massacre at central high" es, primero, muy setentera (esas pintas, esos pantalones acampanados) y, segundo, muy mala. Mala de esas que te ríes y puedes soportar hasta el final... pero mala al fin y al cabo. Las situaciones son totalmente inverosímiles, incluso para un creyente total como yo. En ese universo no hay sentimientos, a nadie le afecta demasiado que sus amigos mueran, o que sus novias les pongan los cuernos. Tampoco hay mucha racionalidad viendo algunos de los diálogos que se marcan los fricos, totalmente absurdos y, eso sí es raro, no hay adultos. En la peli no sale ni un personaje mayor de 20 hasta diez minutos antes de acabar. Y la policía no interviene hasta que faltan cinco. De hecho, todo ocurre en un insti, pero las aulas repletas de taburetes no aparecen más que para escenificar un tontísimo intento de violación.
Aunque para tonto, el desenlace.
Mala de cojones, pero curiosa.