martes, 23 de diciembre de 2008

PAPA SE VOLVIO LOCO

Los intelectuales son unos fascistas de la hostia.
Cuando se estrena en nuestro país una película Argentina, a ésta siempre la acompaña un alo de intelectualidad, es decir, que nos llega una película de autor, con protagonistas que leen mucho, que saben mucho y que sobretodo, hablan mucho. Todo esto da una imagen sobre el cine Argentino culta. A las modernillas de les cae la babita con los Argentinos, porque creen que todos les recitarán poemas en la cama después de follar, y después conversarán sobre la vil existencia y a los modernillos se les pone dura con ellas (y con todas), pero se enamorará de una Argentina porque hace una bonita pareja con sus gafas de pasta.
Os aseguro que he oído maravillas sobre Argentina y sobre lo cultos que son estos sudamericanos, que van por la vida de Europeos. Es mas, conocí a un infraser, con enorme flequillo, y cochambroso abrigo de espiguilla, que solo consumía cine Argentino, porque decía que al menos aquellos cineastas, tenían pocos medios, pero no hacían películas banales. A ese hijo de puta, me gustaría ponerle la película que voy a comentar a continuación.
Y cuando dije al principio de la entrada que los intelectuales son unos fascistas, lo digo porque admiten el cine Argentino con contenido social, intelectual y pedante, pero tirarían a la basura una película divertida y zafia como esta, en un acto de vil fascismo. Yo sin embrago, hablo con conocimiento de causa, pues aun dándome asco el puto cine de autor ( y mas el argentino) al menos he visto ( y admitido) películas como EL HIJO DE LA NOVIA (muy bonita) o MARTIN ACHE (un trozo de mierda).
A lo que voy es que los Argentinos también hacen comedias chungas, cutres y comerciales, pero en nuestro país ni nos enteramos de su existencia. Es mas, yo creo que incluso se oculta el hecho de que se hacen estas películas.
PAPÁ SE VOLVIÓ LOCO, es una comedia tremendamente chusca, en la que un padre de familia se va con su mujer de segunda luna de miel al Caribe, junto con su cuñado y la mujer de este. Una vez allí el desdichado se queda prendado de una monumental negra, y hará todo lo posible por seducirla y evitar que su mujer se entere de sus intenciones.
Un producto de consumo rápido, para ver y olvidar, pero muy divertido, con un protagonista al que, cómo si de un Inspector Clouseau se tratara, le ocurren tropecientas cosas, acabando siempre éstas con el tipo escayolado o con collarín al cuello.
Una mezcla entre las películas de Ozores, y aquella MALDITAS VACACIONES se John Candy, que me ha dejado muy buen sabor de boca, por sus gags simplones pero efectivos, y su falta de pretensiones. Yo es que tengo debilidad por éste tipo de películas.
Imposible aburrirse con esta comedia, que tiene un ritmo frenético, que si juntáramos todas las películas Argentinas que se han estrenado en España y las multiplicáramos por mil, no llegarían a tener ni la mitad de ritmo que tiene ésta.
Para los pajilleros, advertir que aunque esya peli es blanca y no contiene ni un solo seño, si que tiene los suficientes bikinis y tangas, como para saciar vuestras fantasías.
El director, Rodolfo Ledo, se ve que está especializado en este tipo de comedias a juzgar por otros títulos de su filmo, como BAÑEROS 3: TODO PODEROSOS o BRIGADA EXPLOSIVA: MISIÓN PIRATA.
En el reparto, tenemos interpretando a la esposa del prota a Lucía Galán. ¿Qué quien coño es esa? Ignorantes. Es la fémina del famoso dúo PIMPINELA.
Me ha gustado la puta peli. Es más, me gustaría hacer este tipo de cine.