martes, 27 de enero de 2009

TENEMOS 18 AÑOS

Continúo viendo la filmografía mas amable de Jess Franco (es decir, sus comedias), con el visionado de su opera prima de 1959.
Dos jovencitas de 18 años de edad, deciden escribir un libro contando las aventuras que han vivido durante su viaje en coche a Andalucía durante las navidades. Durante el viaje se topan con todo tipo de estrafalarios personajes, les pasan montones de cosas y todas ellas surrealistas.
Jess Franco, es un reconocido fan ( y gran amigo) de uno de los genios incomprendidos que ha dado la comedia clásica de nuestro país, Pedro Lazaga y para esta comedia tan de los años 50, está mas que claro que a mamado de Lazaga. Pero no todo el tiempo. Ya desde el primer momento Franco deja entre ver todos los elementos ( tan personales) de lo que posteriormente va a ser su cine. Y es que esta es una película de historias, tres concretamente, con un nexo de unión entre las tres, que si bien está estructurada como un film de Lazaga, la cosa va derivando hacia el terror en su parte central, donde vemos claramente el estilo personal del director y hacia el drama desgarrado de Juan Antonio Bardem ( también amigo del director: No es una suposición, en una reciente entrevista que le hice al director, me confesó la gran influencia que ejercieron sobre el sus amigos Bardem y Lazaga y sabiendo eso, está claro de quien ha mamado en esta película ) al final, haciendo de esta película un pupurrí de géneros, un tanto extraño y, siempre con el tono cómico de fondo, por momentos inquietante.
A todo esto, sumémosle que el guión esta escrito por el propio Franco junto con esa maquina que siempre ha sido Antonio Ozores, para una película que en realidad es un vehículo para que Ozores se luzca, incluso mas que en cualquier película suya de la época (aunque figura en los créditos al final, es el protagonista absoluto). La mezcla final es totalmente explosiva.
Ozores, interpreta tres o cuatro papeles durante la película, curiosamente todos los personajes negativos de la misma, construyendo, malvados malvadísimos, siempre con sus chascarrillos típicos, pero demostrando unas dotes para la actuación, muy desaprovechadas a lo largo de su carrera.
Tambien tenemos en los papeles protagonistas a una jovencita Terele Pavez, que a dia de hoy anda vagabundeando por las calles, haciendo ya de tipa dura y de vuelta de todo.
Destaco la parte central de la película, la mas genuina de Franco de toda la película, en la que tras quedarse las jovencitas en medio de la carretera, son recogidas por un extraño carruaje de caballos el cual conduce un siniestro hombre enmascarado (Ozores) que las lleva a su castillo y les cuenta su historia: La de un joven misántropo que asesinaba en las noches de luna llena a todo aquél que se le ponía a tiro, hasta que una jovencita logra lanzarle ácido a la cara y de ahí la mascara. Las chicas quedan absortas ante tales hechos y es cuando Ozores se quita la mascara y venos su rostro desfigurado. Acto seguido, intenta dar cuenta de las chavalitas.
El look de Ozores, es tremendamente impactante, es exacto al de Michael Myers… pero estamos hablando de 1959 en España, lo que no es normal en una peli de estas características, y menos normal, el verle con la cara desfigurada, viendo como le cae la piel de la mejilla…Desconozco si esta peli tuvo problemas con la censura, pero tras ver esto me figuro que sí, pero claro es una comedia e igual la dictadura del tocayo del director, vio esto con otros ojos… ya me enteraré.
Otro aspecto que me ha llamado la atención, es que siendo esta una película ambientada en las fiestas navideñas, rechaza ese look meloso propio de películas de la época como por ejemplo LA GRAN FAMILIA, convirtiéndose, no se si voluntaria o involuntariamente en una de las películas navideñas mas anti navideña de la historia.
Con todo, decir que yo he disfrutado mucho de esta película, que contiene todos los elementos que a mi me gustan (recordemos, que soy fan de nuestro cine cómico clásico, además de ser fan de otras muchas cosas), que nunca Ozores estuvo mejor en otra película, y que esta es una película rara, distinta, extraña y que tras verla no me extraña que su director se ganara la fama de raro en aquella época.
Por supuesto, la música Jazz de Franco está presente durante toda la cinta.
De lo mejorcito de Jess Franco.