lunes, 23 de marzo de 2009

REWIND

En la década de los 90, lo cierto es que yo no tenía tanto odio por el cine Español. Se hicieron esos años unas cuantas películas, que por unos motivos u otros, me hicieron pensar que la industria de este país no era tan mala. Con los años me di cuenta de que eso no era así. De siempre había admirado a Bigas Luna y durante los 90 hizo una trilogía de películas de lo mejorcito que se ha hecho en este país, además de rollo autóctono, pero muy personales. Me gustaban también Albacete y Menkes, por su rollo Wateriano, aunque luego se han ido a tomar por el culo. Y otras cosillas me gustaban. Con esta perorata, lo que vengo a decir es que yo estaba mas o menos al día de lo que se hacía en el cine español, por eso esta película no paso inadvertida para mí por varios motivos.
Pero a finales de los noventa, tuve por primera vez constancia de que, hinchadas a 35 mm, se estrenaban películas filmadas en vídeo, lo que lógicamente me fascino. Larss Von Trier, creaba ese gran engañabobos que era el Dogma y con LOS IDIOTAS, vi algo que me gustó muchísimo. No ya la película, si no todo lo que ella conllevaba.
Al año siguiente, me enteré de que con cuatro duros y rodada en vídeo se estrenaba una película española, que pasó por los cines sin pena ni gloria. El único atractivo que tenía para mí esa película, era que había costado poquísimo y, lógicamente, que estaba rodada en vídeo. No pongo la mano en el fuego, pero aventuro a decir, que creo que estaba rodada en HI-8… Pero no puedo asegurarlo. Afirmarlo, sería una metedura de pata muy gorda por mi parte. Pero creo que era HI-8. Me encantó. Esta era REWIND. Poco después al renegar yo de la industria de este cine, renegué también de esta película, como es lógico.
Anoche, tras pelear un rato con mi mujer por ver que película íbamos a ver, ganó ella y como tenía un vhs con esta película, la vimos. Yo a regañadientes.
REWIND, es una comedia en la que un antenista se enamora de una petarda y la invita a cenar a casa. Para su desgracia, esta cree que va a una fiesta y se trae consigo a su profesor de tenis, un chulo piscinas que da grima (aunque no tanto como su prota) y todo le sale como el culo al antenista. Da la casualidad, que este tipo tiene la absurda, pedante y gilipollesca idea de grabar en video, momentos importantes de su vida, con lo cual, todo lo que acontece durante esa desastrosa cena, queda registrado en su vídeo cámara. Pronto, se da cuenta, por casualidad, de que rebobinando la cinta, rebobina también la vida real, lo cual lo utiliza para poder ligarse a la chica, rebobinando cada vez que mete la pata.
Vista ahora, y si no tenemos en cuenta lo MAL ACTOR que es Daniel Guzman, lo HORROROSAMENTE MAL que lo hace Paz Gomez y ese tufillo intelectualoide por un lado y malasañero y buenrollista por otro, la verdad es que la película no está mal del todo.
Está toda rodada en un solo escenario, tiene buenas ocurrencias, y sale airosa de su tontilla trama, pero en realidad, se trata una película española mas, que si no fuera por el mínimo presupuesto y ese canto al vídeo, sería una plasta de mofeta mas que añadir al museo de plastas del cine español.
Con todo, está entretenidilla, se deja ver, es curiosa y no pasa nada por verla. Pero su director Nicolás Muñoz, ha tardado diez años en hacer otra película, que nada que ver tiene con la ¿filosofía? de esta. Aunque con los tejemanejes de la industria, no me extrañaría que este tipo viviera muy bien.
Un inciso: no vayan a ver cine español, les aseguro que nos engañan del todo.