martes, 4 de agosto de 2009

CEMENTERIO DEL TERROR

El plagio Mexicano de POSESION INFERNAL, que en el fondo no es tan plagio, se prodiga como una refrescante película de horror, a pesar de que tenía todas las papeletas para ser motivo de mofa para el que suscribe.
Un grupo de universitarios, engaña con malas artes a sus novias para llevarlas a pasar la noche de Halloween a un caserón que hay en bosque. Allí se encuentran el libro negro de Devlon, que resucitará a los muertos. Por otro lado, tenemos al Dr. Cardan, convenciendo a la policía de que el nuevo cadáver que hay en el deposito, no es de un hombre cualquiera, si no del propio Devlon, o sea el diablo, por lo que tendrá que hacerse con el para destruirlo. Y en tercer lugar, tenemos a un grupo de niños, que como es Halloween, deciden ir al cementerio.
Los universitarios deciden gastarle una broma a las chicas, por lo que van a robar un cadáver al deposito, para llevarlo al cementerio y pronunciar los conjuros del libro negro de Devlon, con la mala fortuna de que van a robar el cadáver de Devlon... por lo que lo resucitan. Más tarde este, resucitará a todos los muertos del cementerio.
Dirigida por Rubén Galindo “hijo” y protagonizada por René Cardona “nieto” y el todo terreno Hugo Stiglitz ( TINTORERA, LA INVASIÓN DE LOS ZOMBIES ATOMICOS ), claramente está inspirada por la obra maestra de Sam Raimi en muchos aspectos ( el libro, sería el elemento más palpable), pero introduce también, además de demonios, otros elementos fantásticos como son Zombies y la noche de Halloween, con lo cual tenemos un revoltijo muy ameno, a pesar de la lentitud de la película.
La carencia de medios y una iluminación muy conseguida, además del uso de la cámara subjetiva en algunos momentos, la convierten en una película muy interesante ( y exótica), pero en verdad, esta película es lo suficientemente mala, como para que Naxo la tuviera en cuenta en Cotxeras, como castigo. El maquillaje de los Zombies, visto en ambiente, puede provocar una gran hilaridad.
El caso es que es tan ochentera, cutrecilla y simpática, que se deja ver muy bien, aunque las maneras de actuar y el acento de nuestros amigos Mexicanos, rompan toda atmósfera conseguida a base de buena cámara al hombro, e insisto, una iluminación maravillosa.Un clásico del fantástico Mexicano.