sábado, 31 de octubre de 2009

CHRISTINE

El pasado Jueves revisé "Christine". Pero lo hice de un modo un tanto especial. Los moderniquis del Diba organizaban durante unos días proyecciones de películas de terror con temática automovilística. Lo divertido del caso es que el emplazamiento era, justamente, el parking del centro comercial Maremagnum (en Barcelona, of course) donde habían construido una especie de sala a base de cortinas y sillas de plástico. Tu ibas, te atendía un tipo maquillado de zombie, te daban palomitas y entrabas. Todo gratis. Una iniciativa muy curiosa y apreciable. Fueron las -muy- buenas gentes de "Los Criticonos" (especial mención al gran Goblin) las que me dijeron de ir a ver el film de Carpenter. Y claro, accedí. Allá donde haya buen -y mal- cine de terror, estaré. La verdad es que el emplazamiento en si no era ni mucho menos el ideal para ver una peli... el eco... los ruidos continuos de coches entrando y saliendo... pero, claro, al mismo tiempo ello jugaba a favor en cuestiones de ambiente hasta el extremo que casi terminaba transformándose en un "gimmick" a lo William Castle. ¿Cómo?, pues a base de coincidencias sonoras (motores rugiendo) o lumínicas (faros y tal). En más de una ocasión veías cabezas girándose "espantadas". Lo dicho, divertido.
En cuanto a la peli de John Carpenter... pues bueno, ya sabéis de qué va, una adaptación de Stephen King (cuando estaba de moda llevarlo a la gran pantalla) sobre un coche con vida propia y la que lía. El resultado hace gala de un ritmo desigual. A ratos se alcanzan momentos muy logrados (el coche recomponiéndose, los asesinatos -el del pandillero jefe fue aplaudido por los asistentes-, el enfrentamiento final, las canciones que el auto utiliza para comunicarse, todas clásicos de los cincuenta absolutamente gozables) y a ratos la cosa desciende muchos puntos (las trifulcas amorosas entre el prota, su coche y su novia o movidas del estilo), a lo que ayuda un ritmo más bien reposado, lejos muy lejos del tono video-clipero que abunda actualmente (tengo entendido que por esa época Carpenter estaba un poco hasta las pelotas de su encasillamiento en el género... de ahí que la peli resultante sea muy contenida en aspectos como lo sobrenatural -dentro de lo que cabe, se entiende-, lo sangriento, etc). También hacen lo suyo para incordiar el trío juvenil protagonista, sin ir más lejos, Keith Gordon es horripilante, sobreactúa hasta el paroxismo y resulta ridículo. Se salva muy por los pelos John Stockwell, entonces futuro director de "Turistas". La música, firmada también por el director junto a Alan Howarth, es estupendísima. Y ya que hablamos de partituras, destacar la presencia nada más arrancar el film de ese clásico del macarrismo que es el "Bad to the bone" del gran George Thorogood.

miércoles, 28 de octubre de 2009

AL FILO DE LA MEDIANOCHE

Uno de los muy numerosos míticos diálogos de "Harry, el sucio" es aquel en el que el alcalde le pregunta al inspector Harry Callahan en qué se basa a la hora de decidir que un tipo que persigue a una mujer por la calle merece ser acribillado. Nuestro poli cinematográfico favorito mira al mandatario con sorna y le explica que si va desnudo y lleva un cuchillo en la mano, no estará recaudando fondos para ninguna causa benéfica (¡pero que buena es esta peli!).
Bien, esa imagen, la del asesino de féminas que actúa en cueros cuchillo en mano, debió de grabarse en el cerebro de los guionistas de "Al filo de la medianoche", de ahí que a la hora de ponerse a escribir, construyeran toda una película alrededor de ella. Incluyendo a su propio poli duro, que en este caso tendría el rostro de otro grande, Charles Bronson.

Y sí, ya conocéis la cantinela, años 80, Cannon, J.Lee Thompson y el bueno de Charlie encasillado ya de modo oficial en su rol de justiciero, lleve o no placa. Encima, para darle más color y atraer más culos a las butacas, un poco de ingrediente "slasher", que para algo en ese momento era el rey de las taquillas. La forma de actuar del asesino bebe mucho de ese tipo de cine.

Pues eso, un psycho-killer tiene aterrada a la ciudad. Charlie es un poli que no tarda nada en descubrir de quién se trata. Lástima que únicamente él lo tenga tan claro, nadie más le apoya. Así que, ni corto ni perezoso, y como buen poli duro de los 80, falsea unas pruebas para que el tipo sea detenido. Pero en un ataque de conciencia lo confiesa y el culpable es puesto en libertad. Como revancha, este decide acabar con la hija del hombre que le plantó cara.

Vale, a mi me molan mucho estas pelis, y disfruto cuando el justiciero de turno se carga al malo de no menos turno. Sin embargo, el modo en que Bronson descubre al culpable no convence. Claro, el espectador sabe que tiene razón, y le apoya, pero si por un momento nos ponemos del lado de los personajes, la verdad es que tito Charles parece un puto ultra-conservador psicópata que está dispuesto a matar aunque no tenga verdadera certeza de sus actos. Tal vez ese detalle fuese buscado por los guionistas... en plan "Harry, el sucio", donde el héroe no lo es tanto y juega un rol más ambiguo... pero no, me temo que simplemente es así porque, bueno, así ha de ser.

De chaval recuerdo que una sensación de "peligro" acompañaba a "Al filo de la medianoche". Ya sabéis, ese tipo de films que temes ver porque estás convencido de que deben ser ultra-fuertes, casi traumáticos, pero te mueres de ganas de agarrar de las estanterías del video-club (como "El Exterminador", como "Posesión Infernal", como "Curso 1984", como "Scum", como tantas y tantas otras). Naturalmente, cuando la vi, ya no me impresionaba con facilidad, pero sí, la idea de un asesino que mata en cueros y con arma blanca a chicas que desea sexualmente, es algo sórdida. Suerte que tío Charlie está ahí para darle una lección... y aunque esta se reduzca a una única escena, y encima al final del todo, vale su peso en oro. Contundente, brutal, políticamente incorrecto... un "The End" cojonudo (y que no desvelaré, por supuesto).

En general, todos los thrillers urbanos confeccionados como vehículos para Charles Bronson en los 80 valen muy mucho la pena... pero sin duda, este está entre los que más.

lunes, 26 de octubre de 2009

LUNAS DE HIEL

Estas últimas semanas, a falta de un ordenador, una conexión a Internet e incluso de un hogar, he tenido que frenar la actividad internauta notablemente. Mis posesiones se encuentran embaladas en un lugar en el que no habito, y por eso no dispongo de buen material para inyectarle a mis retinas, así que cualquier cosa es buena. Este fin de semana, un diario regalaba esta película de la que soy fan, y que mejor momento que este para comprar el periódico, visionarla y, ahora, reseñarla.
Cuando se estrenó LUNAS DE HIEL, justo en 1992, época esta en la que yo vivía una etapa Polanskiana (y Bertolucciana e incluso Kusturikiana, creyendo que PAPA ESTÁ EN VIAJE DE NEGOCIOS me gustaba...), la critica se cebó con la película, dejándola absolutamente por los suelos, de “aberración” se hablaba en aquellos días, de basura y de caída de un maestro. Yo fui a verla al cine, y me encantó. No comprendía aquel ataque a aquella inquietante película que tan buen sabor de boca me había dejado. Vista hoy, sigo pensando que es una gran película.
Un matrimonio, decide hacer un crucero pues están en plena crisis matrimonial. Piensan que el viaje les hará limar asperezas. De casualidad conocen a una enigmática mujer, por la que nuestro protagonista beberá los vientos rápidamente. Pero mira tu por donde, también da con su impedido y verborreico marido que se empeña en contarle la historia completa de su relación con esa mujer.
La película está resuelta a base de flashbacks, donde se nos cuenta la exagerada historia de amor de la pareja co-protagonista, su posterior declive y la decadencia absoluta. En definitiva una historia de amor y crueldad.
Lo que pienso es que el tiempo, quizás se haya portado mal con esta peli, al menos para un publico estándar, y aunque hay momentos mal filmados, escenas y diálogos que rozan el ridículo, interpretaciones absolutamente malas y el metraje se excede en demasía, tomo todos estos elementos como virtudes y la disfruto como “gran película extraña”, pues es exactamente eso, una película extraña incluso para su director. El ambiente en el que te envuelve esta película ( una mala película según los que entienden) rara vez lo consigue un director. Es una sensación de incomodidad, mal rollo y al mismo tiempo fascinación. Y esa sensación solo me la han sacado esta peli, y el Kubrick póstumo EYES WIDE SHUT.
Y si al igual que yo, disfrutas de las malas interpretaciones, esta es tu peli. Hug Grant (pre-revienta taquillas), Kristin Scott Thomas, un híper-sobreactuado Peter Coyote y sobretodo la que es ( o fue) esposa de Polanski Enmanuelle Seigner, jamás, repito JAMÁS, estuvieron tan soberanamente mal en película alguna. El conseguir eso, el que todo el casting actúe como el culo (virtud y no defecto), es otra de las virtudes del Polanski más incontenido y ególatra, pues en realidad lo que cuenta la película, es alguna de sus muchas historias de amor y odio.
Con la Señorita Seigner y sus numeritos eróticos, me puse muy cachondo en la época. Ayer también.
Tremenda en su conjunto. Aunque dudo mucho que ustedes, pazguatos, le encuentren la grandeza a esta película.

SABE QUE ESTÁS SOLA

Algo maravilloso que tuvo la fiebre "slasher" originaria de los 80, fue la enorme cantidad de películas del estilo que llegaron a producirse. Fueron tantas y tantas que, aún hoy, pasados todos estos años, de vez en cuando descubres algunas que te faltan por ver. Y eso para un forofo del tema como yo (y especialmente si es del clásico), son muy buenas noticias. Con "Sabe que estás sola" me pasaba lo mismo que con muchas otras. El haber leído tanto sobre ella, las fotos, los extractos aquí y allí, me hacían creer no solo que la tenía más que vista, sino que tampoco me gustó demasiado. Ayer me puse a verla y, ¡arrea!, me encontré con un "slasher" virgen para mi... algo "grave" si tenemos en cuenta que se trata de uno de los títulos menores más reconocidos junto a otros de idéntica categoría tales que "Prom Night" o "7 Mujeres atrapadas".
Imaginad cuán de primigenio es este "Sabe que estás sola" (parido en 1980) que su influencia más directa la hallamos en "La noche de Halloween". Literalmente COPIA elementos estéticos de la obra maestra de Carpenter, planificación, encuadres, el modo de crear suspense y, muy especialmente, la música. El tema que acompaña al asesino es prácticamente un plagio.
Sin embargo, es una buena imitación, sobre todo si eres tan devoto del cine de acuchillamientos como un servidor de ustedes. Un tipo despechado por la novia decide matarla el día de su boda, una hora antes de casarse. Traumatizado, seguirá con la tradición cargándose sin remilgos a toda futura clienta de "Pronovias" que pille. En juego entran un poli (que, nada menos, era el que iba a casarse con la primera víctima) y, obvio, una chavalilla a la que poco le queda pa subirse al altar (y que se debate entre dos aspirantes) de la que el asesino se obsesionará hasta límites absurdos, cepillándose a todos los que la rodean, sean futuras novias, solteronas empedernidas o señores de mediana edad.
Pero si algo ha hecho famosa a esta peli es que supuso el debút de Tom Hanks, quien tiene un papel muy secundario de lo más chorra. Le acompañan el pelirrojo Don Scardino (prota también de "Gusanos" y actualmente director televisivo) y dos típicos segundones del calibre de Paul Gleason ("La jungla de cristal") y James Rebhorn ("Independence day", "Instinto Básico"). Sorprende -gratamente- encontrarse a Steve James, héroe de acción de serie B a lo largo de la década ("El Exterminador", "El guerrero americano") en un papel minúsculo. Otro que perdía la virginidad en el terreno cinematográfico era el director, Armand Mastroianni, quien posteriormente firmaría algunos terrores videocluberos del calibre de "The supernaturals" o "La habitación del miedo".
Un aspecto curioso del film lo tenemos en el psycho-killer protagonista. No lleva máscara ni uniforme chanante, le vemos la cara desde buen principio, sobreactúa maravillosamente... solo que no dice ni pío en toda la función... pero es efectivo. Como efectivo es el arranque del show, con esa "peli (slasher) dentro de la peli (slasher)", el crimen de turno, la música, los créditos y los ojos del maníaco super-puestos... dabuten.
La verdad es que en lo que a binomio sangre/sexo se refiere, "Sabe que estás sola" va bastante escasa, por no decir completamente seca. Algo de lo que habría echado pestes si el film se hubiese facturado en los 90 (o ahora), pero claro... jolines... hablamos de un "slasher" de los primeros, con sus maravillosas e incomparables (e irrepetibles) virtudes (y sus defectos, que pal caso también molan mazo), ese look tan de su época, el tempo, los clichés.... TODO... por eso, me lo pasé tan y tan bien viéndola y, por eso again, la recomiendo si eres un enamorado del terror de los eighties y, especialmente, de este apasionante subgénero.
Lista para ser remakeada!.

sábado, 24 de octubre de 2009

EL DESTRIPADOR DE NUEVA YORK

Ahora que la Maratón de Cotxeres 2009 está ya tan cerca, viene que ni pintado recordar la primera a la que fui, siendo adolescente y en compañía de dos colegas. Una de las películas que programaron (¡y en celuloide!... junto a "Cujo", "Pesadilla en Elm Street 3" y "Descanse en piezas") fue esta de la que les hablaré a continuación, "El destripador de Nueva York", perteneciente a la época dorada del italiano Lucio Fulci, de cuando producía inspirados films de horror con un alto grado de elemento hemoglobiníaco ("Nueva York bajo el terror de los zombi", "El mas allá", "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes" o "Manhattan Baby" serían otras). Ni que decir que tanto yo como el público asistente, flipamos colorines, y no sólo por el material truculento, también por el sexual, muy generoso en si mismo. Poco después me agencié en vhs la edición de Jose Frade (con la ridícula americanización del nombre del director, L.Fulzy) y me la copié. Todavía la conservo, y adoro su look oscuro y cerdo, a pesar de que en la reciente versión de lujo editada por "Blue Underground" todos los detalles escabrosos se vean mejor.
"El destripador de Nueva York" en esencia no cuenta nada. Un asesino va matando chicas bonitas, y la policía lo investiga. De por medio y a lo largo de la proyección, van asomando el rostro personajes cuyo fin es aportarnos pistas falsas, hasta que acaban muriendo de un modo u otro. Lo realmente interesante y atractivo del film es su generosa galería de crímenes salvajes (algunos de ellos empiezan por la vagina), destacando el que realmente la ha hecho famosa, la prostituta rajada con todo detalle por el asesino gracias a una cuchilla de afeitar, en la que Fulci (o Fulzy!) no escatima primerísimos planos de un pezón o directamente un ojo siendo partidos por la mitad.... ¡¡ouch!!... en la proyección de la que les hablaba antes, el público berreaba como loco a lo largo de toda esta escena. Yo creo que no podía apartar los ojos de la pantalla, fascinado ante tanta locura.
Todo ello es lo que acabó otorgando a la peli, y a Fulci, la fama de misógina/o y cabreando a unas cuantas feministas y pensadores progresistas, algo maravilloso y absolutamente irrepetible. Hoy semejante material se haría de modo consciente, buscando la provocación o el homenaje, en ésa época se actuaba así porque... bueno, ¡era lo normal!, se trataba de un film de horror con chicas asesinadas ¿no?, pues ale. Esa es la actitud que hoy echo de menos en cualquier film que presuma de brutalidad.

Como toda italianada que se jacte de serlo, la peli remite a otros films anteriores de éxito, en especial "Vestida para matar" (¿y "Maniac"?, tal vez la escena del metro y la atmósfera sórdida de un Nueva York tenebroso y depravado). Hay mucho material rodado en el hoy famoso Times Square de los 80 (ya saben, las "grindhouses", the deuce, los cines proyectando material porno y/o exploitation del calibre de la misma peli de Fulci o cosas de arte y ensayo de alto grado erótico. Precisamente, en una secuencia vemos la marquesina de "Mi primer pecado" de Manuel Summers, y es que, como cuenta Víctor Olid en el "Aqui Vale Todo zine" especial editado el pasado Agosto, el español tenía mucho éxito por esos antros).

En "El destripador de Nueva York" nos encontramos varios nombres asociados al cine popular italiano de los 80, y a la obra de Fulci (quien se reserva un papelillo), como Paolo Malco, Alexandra Delli Colli, Zora Kerova o al gran Dardano Sacchetti en tareas de escribiente. Destaca la belleza de Almanta Suska.

En fin... que la peli en realidad es de lo más mediocre, no tiene ritmo alguno, acumula momentos para el ridículo (eso de que el asesino hable como el Pato Donald, o las clásicas "americanadas desde el prisma italiano" típicas de la época) pero, ¡claro!, es lo que es... cine de género italiano de los 80... con eso, está dicho todo. Hay que verla.

jueves, 22 de octubre de 2009

OVEJAS ASESINAS

Jonathan King debuto en 2006 con esta Ovejas Asesinas y de momento no ha hecho nada mas, aunque esta pendiente de estreno su segunda película Under the Mountain. King es de Nueva Zelanda, y que hay en ese país? Pues unos paisajes preciosos, ya filmados en la trilogía de El Señor de los Anillos, y ovejas, muchas ovejas. Al menos en las zonas rurales, o eso parece según la película en cuestión.

Dos jóvenes hermanos viven con su padre en una granja de ovejas, el hermano mayor haciendo la "gracia", desolla el cordero de su pequeño hermano y se pone la piel por encima para darle un susto. Cuando la broma se esta llevando a cabo, acude la ama de llaves de la granja para informarles que su padre ha fallecido en un accidente. Es el momento en el que el hermano menor sufrirá pánico a las ovejas, el cual arrastrara durante 15 años. Pasado ese tiempo, vuelve a la granja a por la parte de dinero que le corresponde por ella, pero allí descubre que su hermano ha estado haciendo experimentos genéticos con ADN humano y ovejas. Los desechos de esos experimentos se transforman en una especie de zombies-ovejas, aunque son mas infectados-ovejas, pero que mas dará.

Cuando una oveja muerde a otra esta es infectada y siente ansias de carne, cuando es un humano el mordido, este se transforma en una especie de hombre-lobo-oveja. Esto queda mucho mas claro en el momento en el que vemos la transformación casi calcada de Un hombre Lobo Americano en Londres, probablemente la mejor escena de efectos de toda la película. Weta, la que se encargo de los FX de la trilogía que dirigió Peter Jackson, son los encargados de todos los efectos de esta película. Siendo algunos muy cachondos, como el feto oveja, o terriblemente patéticos como la transformación y curación del capataz de la granja.
La película tiene momentos completamente ridículos y de dar vergüenza ajena, pero se deja ver, aunque también he de decir que en la parte final me estaba durmiendo, no se si porque decae mas o menos al llegar a ese punto o por la hora que era y que había madrugado bastante ese día.

No es un peliculon, y para verla solo tampoco es que sea la mejor opción, pero verla con amigos es una fiesta (ez una fiezta!!!) por los mencionados momentos ridículos de la película, siendo uno de los mas destacables cuando una oveja se pone al volante de una furgoneta (¿comor?) Parafraseando a Barrio Sesamo, solo no, con amigos si.

ANOCHECER ROJO

Ayer noche vi esta película, y desde entonces, entre las horas previas al sueño y las que han seguido a mi despertar hoy, no he parado de darle vueltas al tarro intentando indagar el por qué de su mera existencia. ¿A quien se le pudo ocurrir semejante idea tan ridícula?... el Barón Rojo vuelve del mas allá reencarnándose en un muñeco para aniquilar al tipo que lo mató en la guerra.... no se... El caso es que hay una pista clarificadora, produce Roger Corman con su flamante "New Horizons" en cabeza, y todos sabemos lo mucho que a Rogelio le tira eso de reciclar y rereciclar sus propias pelis. Si echamos un vistazo a su currículum como director, veremos que uno de los últimos films del menda era, precisamente, un biopic sobre Manfred von Richthofen, es decir, el Barón Rojo, famoso piloto Alemán que lucía un avión de tres alas del color de la sangre. Pa mi que un día se dijo "Coño, aún no he reutilizado este film... tengo que hacer algo", así que ni corto ni perezoso llamó a algún amigo suyo y le encargó un guión sobre el personaje, solo que adaptado a las plateas más lerdas de los 90... combinándolo con un rollo a lo "Muñeco Diabólico". Me imagino al guionista cagándose en la madre de Corman.
 Y la historia está ahí... un chaval conflictivo es enviado a vivir con su padre y abuelo. Este segundo es el tipo que de joven mató al temido Barón y, como decía arriba, sufrirá en sus carnes la venganza en formato juguete. Naturalmente, será el chaval quien repare el entuerto.
 Si hasta aquí todo lo leído os ha parecido marciano, esperad a conocer el reparto protagonista: un jovencísimo Tobey Maguire pre-"Spiderman", un desatado y super-sobreactuado Mickey Rooney de yayo y el acabado Cliff De Young (canturreaba en "Shock Treatment", la secuela de "The rocky horror picture show" y la última vez que lo vi fue en una producción Asylum.... RIP). ¿Impresionados?. No es para menos. "Revenge of the Red Baron" o "Plane Fear" (sus dos títulos originales a elegir) es en realidad "terror juvenil", no hay casi nada de sangre, de hecho, lo que más abunda es la vergüenza ajena. La movida empieza más en serio, y poco a poco va derivando al cachondeo, con un Barón en formato monigote de aspecto muy gracioso que va soltando puyitas, mi favorita viene cuando, tras aniquilar al progenitor de Maguire, exclama: "¿De que te quejas?, te he ahorrado un montón de pasta el día del padre", ¡chapeau!.
 El caso es que, a pesar de lo estúpido de la premisa, de sus diálogos chorras a matar, de un montón de incoherencias y, en definitiva, de lo jodidamente mala que es, "Anochecer Rojo" entretiene razonablemente y despierta nuestro lado más compasivo.
Si hay que hacer caso de lo que rula por la red (de la que no hay que fiarse mucho), el director, Robert Gordon (nada que ver con el cantante de rockabilly), suele ejercer más como montador (de hecho, ésta es su única peli en la silla del dire) y como tal, podemos verlo en títulos tan dispares como "El regreso de los muertos vivientes" o "Toy Story" (¿?).
Hacer notar que en la caratula expuesta no aparece el nombre de Tobey Maguire. ¿Acaso el actor echó mano de ayuda legal para quitarse de encima esta mancha en el expediente?. Años después Roger Corman relanza la película y la disfraza de producto infantil / familiar, evitando en la caratula cualquier elemento terrorífico. Tampoco en esta -según la versión consultada- encontramos el nombre de Maguire y su imagen es sustituida por la de un niño cualquiera. Acojonante... puro Corman.

martes, 20 de octubre de 2009

LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS

A Wes Craven deberían darle un premio al director con más fluctuaciones a lo largo de su carrera. Suena a porno, pero no van por ahí los tiros (aunque de joven el viejo Wes estuvo muy metido en el mundo del peliculismo guarro). En varias ocasiones, Craven ha caído en picado como cineasta para renacer, para volver a caer, renacer de nuevo y caer... situación en la que se encuentra actualmente (eso significa que el día menos pensado ¿volverá a resurgir con alguna peli cojonuda?... es posible).
Una de estas nuevas oportunidades la tuvo cuando, tras varios años de telefilms chusqueros, parió "Pesadilla en Elm Street" y, a pesar de dos leves tropiezos intermedios, tiró parriba con cosas como "Amiga Mortal" o "Shocker". Entre estas firmó "La serpiente y el arco iris", un film que podría haber sido mucho mejor de lo que fue.
Basado en los estudios sobre el vudú que hizo Wade Davis, el sr.director nos cuenta la historia de un antropólogo encarnado por el simpático Bill Pullman, siempre con esa cara sufriente, que viaja a Haití para descubrir el secreto del fenómeno zombie, lo que le dará un montón de problemas, sobre todo con la mano derecha del dictador de turno, que encima es un brujo de esos.
"La serpiente y el arco iris" mola durante 65 minutos. Luego, ¡plof!, se va al carajo. Antes de que eso ocurra tenemos una historia bien narrada e interesante, con buena ambientación y algunas secuencias de pesadillas muy inquietantes.... sin estridencias... a partir de la hora y cinco, la tortilla se gira por completo y Craven asalta nuestros sentidos a base de pirotecnia barata y agotadora que se carga todo el realismo mágico y toda la sobriedad precedentes.
Una verdadera lástima, pues podría haber sido un clásico moderno del terror serio y adulto.
Luego, Craven volvió a tirar pabajo hasta que conoció a Kevin Williamson y se armó la jarana. Pero esa es otra historia.

WRONG TURN 3: LEFT FOR DEAD

No hablaré de lo que significó para mi "Wrong Turn 1" (es decir, "Km 666") porque ya lo hice en la reseña de "Wrong Turn 2" (y tampoco lo haré de esta, lógica se impone, por idéntico motivo), baste decir que siento especial simpatía por estas franquicias destinadas al mercado del dvd con origen cinematográfico... más si pertenecen al género del horror... mucho más si encajan en los parámetros del slasher... y ya no te digo na si mantienen su dignidad en más o menos buena forma.
"Wrong Turn 3" es una modesta peliculilla perfectamente visible que incluso supera tímidamente a su predecesora (es decir, la dos), aportando algunas pequeñas ideas que se salen de la rutina habitual de este tipo de productos.
Hagamos un poco de memoria: El leitmotiv de la saga es una interminable familia de deformes lugareños con predilección por la carne humana, a la que cazan y cocinan como si fueran animales. En este caso el alimento viene en forma de presidiarios en plena fuga, algunos de ellos incluso más malos que el propio psycho-killer (en este caso es uno, acompañado de otro más joven), lo que dará pie a una lucha sin cuartel en la que no sólo los fugados (más un par de polis y una churri, reclamo femenino también en otro slasher moderno video-clubero, "The hills run red") recibirán yoyas, tiros y otras putadas.

De todas formas, lo mejor de "Wrong Turn 3" está en la secuencia de apertura, cuyo fin es impactar y enganchar al espectador... y joder si lo consiguen. De buenas a primeras te plantan ante los ojos a una moza de increíble aspecto y no menos increíble tetismo que, en cinco minutos, sufre el esperado flechazo a través de la cuenca del ojo (y a través del seno) habitual ya de la franquicia. A este crimen, le siguen un par más generosamente sangrientos, especialmente el segundo, francamente brutal. Y es que aunque la truculencia asoma a ratos contados en "Wrong Turn 3", cuando lo hace es de modo genuinamente salvaje y gráfico... lástima que parte de ella sea en CGI, pero ya estoy comenzando a acostumbrarme.

¿Para cuando una cuarta?.

domingo, 18 de octubre de 2009

MIEDO AZUL

A inicios de los 80 se puso muy de moda en el cine norteamericano adaptar para la gran pantalla la última novela del famoso escritor Stephen King. Sin comerlo ni beberlo, nos vimos literalmente invadidos por toda clase de producciones. La cosa empezó con títulos y cineastas de prestigio, como el Carpenter de "Christine" o el Cronenberg de "La Zona Muerta", pero poco a poco las películas inspiradas en la obra del escritor comenzaron a perder fuelle en taquilla, y de la "serie A" se pasó a la "serie B", con títulos como la simpática "Los ojos del gato", la fallida "Ojos de Fuego" y la que hoy comentamos, "Miedo Azul", que vendría a ser el estandarte de la decadencia de la moda King.
La película se inspiraba en la novela "El ciclo del hombre lobo", un pequeño libro de letra gruesa ilustrado por el magnífico dibujante Bernie Wrightson, que hacía poco había colaborado con el escritor adaptando a las viñetas la película "Creepshow". Puesto que en aquellos tiempos cualquier productor hubiera pagado para llevar al celuloide hasta la declaración de renta de King, Dino de Laurentiis se animó a convertir lo que era una historia de hombres lobo en un largometraje, justo cuando los licántropos estaban de capa caída. El resultado final fue "Silver Bullet", "Miedo Azul", un film de aspecto telefílmico agradable de ver pero poco más que contó con los efectos especiales del papá de "E.T.", Carlo Rambaldi, al parecer no muy inspirado en aquel momento ya que más que un hombre lobo, lo que el veterano técnico Italiano había creado era un hombre oso. Así como suena.
"Miedo Azul" no cuenta nada que no hayamos visto antes. Un pueblo anda aterrorizado porque una extraña criatura está asesinando a sus habitantes. Un niño impedido y su tío alcohólico deciden desvelar el misterio y descubren atónitos que se trata del mentado hombre lobo. Pero, ¿qué habitante del pacífico pueblo es el que se transforma en un monstruo con la llegada de la luna llena?, la verdad es que no cuesta nada descubrirlo.
Daniel Attias, que venía de asistir a gente del calibre de Steven Spielberg (con "E.T.") o Sam Fuller (con "Perro Blanco"), se encargó de las tareas del director, y está claro que no lo hizo demasiado bien ya que no ha vuelto a dirigir para la gran pantalla desde aquel lejano 1985, centrando todo su campo de acción en la caja tonta.
Los rostros familiares de "Miedo Azul" nos llegan a través del reparto, el incombustible Gary Busey, al que muchos recordarán como el malo de "Arma Letal", el decadente ídolo de las jovencitas Corey Haim y tres veteranos del género, Evertt McGill, uno de los personajes más celebres de la serie de David Lynch "Twin Peaks" y extraño padre de familia a las órdenes de Wes Craven en "El sótano del miedo", el eterno secundario y protagonista de la saga de "El Padrastro" Terry O´Quinn y el actor de culto Lawrence Tirney.

miércoles, 14 de octubre de 2009

KUNG - FU CHEFS

En un momento en el que Jackie Chan hace las Américas, con mas o menos éxito, Samo Hung, mejor que Chan en todo lo que haga, vuelve al cine clásico de kung fu, en una película actual, tremendamente original, entretenida a rabiar y con la que no podemos evitar que nos entre hambre durante el visionado.
Lógicamente, y como suele pasar en todas las películas de Hung, lo mejor, es el. Aquí, más entrado en años, en carnes y en arrugas, pero con la agilidad y el buen hacer de siempre.
Pero ojo, no estamos ante una peli de Kung Fu convencional, estamos ante una película sobre cocina China. Apliquen el Kung Fu a sus maneras de cocinar, y obtendrán platos exquisitos, vendría a ser la moraleja de esta maravillosa película.
La trama es la típica de una peli de kung fu, pero aplicada al mundo de la cocina. El maestro toma al alumno, le enseña a cocinar, este se inscribe en un concurso para ganar el titulo de mejor cocinero de china y lo gana. De entre medias, un sobrino de Hung un tanto mafioso, hará todo lo posible por hacérselas pasar putas a nuestros protagonistas.
Pero los fans del kung fu, se estarán preguntando “¿Hay Peleas en esta película?”, si, también hay de eso, lo justos. Recuerden que es una película de Samo Hung, no de Ferran Adriá...
Lo cachondo de la peli, es que con un montaje muy videoclipero, y tirando a veces de innecesario CGI, su primerizo director Wing Kin Yip, consigue medio acercarse a las estructuras clásicas de las comedias de kung fu ochentenas, darle un toque moderno a la película, cambiar combates de kung fu por combates de cocinar, hacer que Samo Hung se cargue sin problema a todos los malhechores, y encima, sale airoso del guiso tan arriesgado que nos propone.
Y es que aunque a mitad de película hay un paroncillo de ritmo, que nos confunde un poco, estamos ante uno de los mejores títulos orientales de los últimos años.
Anoche la vi entera; esta mañana, me he vuelto a poner los mejores trozos.

martes, 13 de octubre de 2009

DÉJAME ENTRAR

La película que gano el Meliés de Oro del año pasado en Sitges fue Déjame entrar, del sueco Thomas Alferdson. Por pura casualidad la vi ayer junto a mi señora, no tenia nada que ver que hubiese estado en Sitges hasta el día anterior ni nada de eso, simple y pura casualidad. Y como la casualidad es simple y pura, también diré que simple y puramente me pareció una mierda "asin" de grande (hagan el ademán de tamaño enorme como ustedes gusten)

Con la ultima frase del anterior párrafo puede que me este convirtiendo en la diana de miles de defensores de esta película, y es que buscando el cartel he podido ver que pensaba la gente de esta película, y me sorprende ver que muchos la consideran una obra maestra del genero. Lo que yo genere al verla es una verdadera obra maestra, pero se quedo en el fondo de mi inodoro, ya lo siento. Pero aquí va un pequeño resumen de lo que trata esta película.

Empieza bien, un chico de 12 años esta rabioso por ser victima del acoso escolar. Colecciona recortes de prensa que tratan sobre asesinatos, y se le ve durante toda la película hacer el "chorra" con un cuchillito. Parece que tenemos a un psicho-killer en potencia delante, pero que va, los tiros no van por ahí. Se mudan al piso de al lado un padre y su hija. La chica que ronda la misma edad que el chaval protagonista resulta ser una vampiro. Se hacen amigos, aunque ella no quiere por su condición, y sera ella la que de alas a su venganza contra los que le acosan en el colegio.

Lenta es un adjetivo que le va de perlas, pero aburrida y estúpida son dos que le van mejor. Aburrida porque lo es, estúpida, porque en los asesinatos y durante todo el tiempo se ve que hay algo vampirico, pero nadie cae en ello. Pero vamos a ver, es que son todos gilipollas? Con El Secreto tenia expectativas y fueron estas las que me llevaron a la decepción, con esta Déjame entrar, el trailer me engaño como a un chino, y lo que parecía una película de terror, es un drama humano-social que va de intelectualoide porque si fuera en serio con el genero no se habría comido un colin. Que triste es que todo dios quiera hacer cine de terror o fantástico, envolviéndolo en un halo de gafapastismo. Así vamos mal, joder, muy mal.

lunes, 12 de octubre de 2009

domingo, 11 de octubre de 2009

FANTASMAS EN SERIO Y EN BROMA

Soy un devoto de las pelis realistas de fantasmas, porque son las únicas que a día de hoy aún logran darme escalofríos. Cuando oí hablar de "Paranormal Activity" y vi su trailer, decidí que tenía que echarle un ojo. El falso documental sobre una pareja que graba las actividades paranormales que sufren en casa, con secuencias de infrarrojos y toda esa mandanga, casi garantizaba notables momentos de vello enervado. Encima, de puta casualidad descubrí que la echaban en Sitges... ya no tenía excusa para no verla.
Justo tomé esa decisión (en realidad la tomó una amiga por mi), comencé a oir pestes del film. Que si era una estafa y un engañabobos. De hecho, ya en la inmensa cola, esperando para entrar, pasaron unos conocidos y, mediante señas, me recomendaron que me echara atrás. Pero no lo hice, por supuesto.
Pura consecuencia de "El proyecto de la bruja de Blair" (algún día se demostrará de modo oficial la gran importancia que tuvo esta peli en el desarrollo del cine moderno), "Paranormal Activity" tiene las mismas cualidades y los mismos defectos que cualquier producto de su estilo: los momentos de terror son muy efectivos gracias a su realismo desprovisto de artificios. Pero la parte del medio, el relleno, se hace inevitablemente pesado por mucho que los esforzados actores intenen escenificar el debacle de una relación casi ideal.
¿Es tan horrible?, tanto no. Pero estamos con lo de siempre, las expectativas son malas, malísimas, y el miedo es algo muy subjetivo. Lo que a algunos puede aterrorizarles, a otros darles risa. Así que es normal que, como con "El proyecto de la bruja de Blair", "Monstruoso" o "REC", "Paranormal Activity" despierte pasiones extremas de amor y odio. Y eso nunca es malo del todo.
Tal y como decía antes, el fuerte del film son sus escenas de acojono puro, con la cámara fija encuadrando en plena noche a la pareja durmiente y retratando todo aquello raro que ocurre a su alrededor, destacando algunas maravillosas sutilezas capaces de arrancarle un grito a un sector del público (una puerta que se mueve inexplicablemente) y otras cosas más llamativas (y muy logradas en cuanto a efectos especiales se refiere), incluido ese impactante desenlace.
Para ver una vez, o en dvd, sirve.

Por otro lado, este mismo medio día he tenido el gran, gran placer de asistir a la proyección de "Cazafantasmas" en el Auditorio del festival, es decir, el cine enorme de no menos enorme pantalla.
Fue la primera entrada que pillé nada más enterarme de la programación, no veía el clásico de Ivan Reitman en una pantalla de cine desde... ¡su estreno!, hace ya muchos años (y, anécdota contigua, de camino a casa mi amigo y yo fuimos atracados!), por eso -vil nostalgia- volver a verla como dios manda era algo que me hacía una ilusión del cagarse. Y no me ha decepcionado lo más mínimo. Desde el principio la enorme cola formada ante el cine estaba repleta de público predispuesto a pasarlo tan bien como yo, fans luciendo camisetas del film con los más diversos diseños.
¿Y la peli?... tan cojonuda y maravillosa como siempre la he encontrado, claro, que para algo es una de mis 10 favoritas de toda la vida. Entretenimiento puro, ritmo, un agudo sentido de la comedia, las escenas más míticas aplaudidas con amor por la entregada audiencia (la aparición de Slimer, el "No ha dicho la palabra mágica", el "Hacia arriba!" y sobre todo el muñequito de Marshmallow, casi la estrella de la función... había quien incluso le fotografiaba!!!!) y, en fin, vivirlo para creerlo. Todo ello introducido por el mismo responsable de la joya, Ivan Reitman, que este año estaba en el jurado del Festival.
Dado que mañana, último día del putiferio, no pienso volver, este ha sido, sin dudarlo, un fin de fiesta cojonudísimo.

jueves, 8 de octubre de 2009

EL FANTASMA DEL PARAISO

En sus años mozos, y antes de ser el expoliador oficial de Alfred Hitchcock, Brian De Palma era un director cargado de buenas ideas y con un sano espíritu transgresor. Sus primeros pasos fueron en el cine "underground" imperante de la época para, poco después, dar el salto al "mainstream" con toda suerte de películas fantásticas que le harían famoso. De todas ellas destaca una por extravagante y sumamente atrevida, "El fantasma del paraíso", la que para muchos sigue siendo su mejor obra.
"El fantasma del paraíso" cuenta, en clave de musical-rock, la eterna historia del hombre que vende su alma al diablo, es decir, el mito de "Fausto", bañado con unas gotas de "El fantasma de la Ópera" y los ya por entonces habituales guiños a Hitchcock, en concreto con una escena que parodia el famoso crimen de la ducha de "Psicosis". El tono de la película es absolutamente desquiciado, posee un arranque casi de dibujos animados y a lo largo de la aceleradísima narración nos vamos cruzando con los más extraños personajes. Los actores son geniales y todos encajan perfectamente en su respectivo rol: William Finley, al que viéramos en "Trampa Mortal" de Tobe Hooper, como el atormentado fantasma de look deliciosamente cutre-disco, la encantadora Jessica Harper, posteriormente protagonista del "Suspiria" de Dario Argento, como musa del deformado compositor, el inimitable Gerrit Graham, actor de peculiar rostro al que hemos visto en incontables series B del género, como histérica estrella Glam y el diminuto Paul Williams encarnando a un demoníaco mecenas de la música rock y autor, a su vez, de las tremendas canciones que ilustran los números musicales.
"El fantasma del paraíso" chupa del pop, del glam rock, de la psicodelia, se nutre de intrincadas secuencias metódicamente filmadas así como de otras rodadas cámara al hombro en las que los extras miran al objetivo sin rubor, y mezcla alegremente comedia, drama (mejor dicho, tragedia), terror, thriller, romanticismo y, claro está, musical, dando como resultado una de las películas más inimitables de la historia del cine.

domingo, 4 de octubre de 2009

MALDITOS BASTARDOS

Dudaba si hacer o no esta reseña, porque ya esta todo dicho en todos los medios. Pero bueno, contaré la experiencia ¡Que demonios!
Ayer, decidimos ir al cine. Yo le tenia ganas a la nueva de Tarantino, y teniendo en cuenta que ya lleva unas tres semanas en cartel, y que íbamos a una sesión de madrugada, supusimos mis acompañantes y yo, que la sala estaría casi vacía. En un cine de la periferia. Craso error, el cine estaba a rebosar, con un publico claramente Tarantiano, que incluso lucía camisetas. Nunca mas al cine en fin de semana. El ruido de las palomitas y los continuos comentarios del publico, hicieron que no disfrutara de la película, como debía, porque lo cierto es que la película está muy bien... pero cuando estás más pendiente del publico que de la película, mala cosa.
La peli es la típica de Tarantino; diálogos mas o menos ingeniosos, violencia y en esta ocasión, incluso gore... Lo que está muy bien, y estamos ante una de las mejores pelis de Tarantino... aunque el listón estaba bajo.
En un momento de la película, cuando los bastardos del titulo se hacen pasar por Italianos ante las autoridades nazis, hubo un gag, que es un guiño para los verdaderos cinéfilos: Eli Roth se presenta como Antonio Magheriti. Risas moderadas. Al decirle el oficial nazi a Roth que repita su nombre, pues no lo ha entendido, este hace hincapié en el nombre: “Antonio Mar-ghe-ri-ti!!!” Y la platea rompió a reír, exageradamente. Claro, en el segundo y tercer “Margheriti”, la platea entiende que es una situación cómica la que se nos cuenta, pero, ¿Cuántos de los que reían a mandíbula batiente, sabían en realidad que la broma estaba en que el nombre de Antonio Margheriti, es el nombre de un director de cine Italiano? Yo creo que ninguno. Ni aunque hubiera dicho Anthony Dawson. Luego el gag, carece de gracia si no sabes nada del director de EL KARATE EL COLT Y EL IMPOSTOR. Así que no os riáis, hijos de puta, que la cosa estaba echa para que tres o cuatro de los que había en el publico se rieran, no porque el nombre fuera gracioso.
Ese es el publico de Tarantino en España, y aunque me encantó la película, no quiero formar parte de ese grupo de paletos. Claro que igual los más o menos 700 espectadores que había en la sala, si que saben quien es Antonio Margheriti, y soy yo el paleto que hablo por hablar... nunca lo sabremos, pero me temo que no.
Pero bueno, que la peli está muy bien , muy entretenida, y que es muy disfrutable, y más si la ves solo.

sábado, 3 de octubre de 2009

SMASH CUT + THE HILLS RUN RED

Este año en el Festival de Sitges voy a ver muy poco cine (como cada nueva edición), pero lo poco que vea será reseñado en este vuestro/nuestro querido blog. Ayer noche me zampé la primera de las llamadas Midnight Extreme, sesiones dedicadas a la proyección de varios títulos más o menos catalogables de extremos, o gore o... muy de genero, en definitiva.
"Smash Cut" prometía mucho, pues se trata de un tributo absoluto a Herschell Gordon Lewis, padre del gore con "Blood Feast" o "2000 Maníacos" y actor en esta ocasión (imita/parodia el aviso previo al contenido del film, tal que hiciera Thomas Wood en "Blood Feast" -o su trailer-, solo que en esta ocasión no debería causarlo el exceso de sangre y violencia, sino la baja capacidad que tiene "Smash Cut" de aportar algo potable). De hecho, el mismo H.G.Lewis in person fue quien introdujo la película ayer noche, intentado sacarle algo bueno. Supongo que no soy muy amigo de las comedias gore... pero es que aún lo soy menos de las comedias gore que no hacen reír, y los niveles de sangre y mutilaciones que muestran es mas bien escaso. "Smash Cut" está entre esas. Un director de cine de terror acabado, descubre cómo utilizando sangre real -y extremidades amputadas auténticas- se siente más realizado, ello le acabará conduciendo a la locura y matando a todo quisqui (o al tipo de personajes que, por lo visto, un realizador exploitation está obligado a detestar: críticos petulantes, video-artistas, ejecutivos, inversores... ¡y público!).
La única gracia de "Smash Cut" es su continua alusión a aspectos del universo real y fílmico de Herschell Gordon Lewis, el detective prota es idéntico al de "The Gore Gore Girls", la idea de base, y una secuencia en concreto, son puro "Color me blood red", la música, la estética, el look... lástima que también los defectos (los muchos defectos) del cine de Lewis se recrean, pero sin la gracia y el encanto de la obra original. Encima, los dos guiños actoriles del reparto, David ("La última casa a la izquierda") Hess y Michael ("Las colinas tienen ojos") Berryman resultan patéticos.
"Smash Cut", además de nada divertida, y menos gore de lo que prometía, es aburrida, monótona, sosa y deprimente.
La siguiente fue "The hills run red", primero anunciada como "torture porn" y luego como "Slasher". Se trata de una producción "Dark Castle" (aunque solo vemos a Joel Silver en tareas de producción) cuyo fin es homenajear el cine de acuchillamientos de los ochenta. No se si el mal sabor de boca que me dejó "Smash Cut" contribuyó a la buena impresión que acabé llevándome de este film, que de no haber visto en Sitges en un cine -proyectado en dvd, eso si- habría terminado alquilando y, seguramente, disfrutando moderadamente.
Un fan del cine de terror está obsesionado con un slasher oscuro del que solo se puede ver el trailer (muy deudor de "Thanksgiving" y la cargante estética "Grindhouse"... creo que rula por youtube), así que decide investigar al respecto con el fin de localizarlo y verlo. Se pone en contacto con la hija del desaparecido director (Sophie Monk, una auténtica morritos calientes que lo enseña casi todo y... bueno, quita el hipo) y, junto a su adúltera novia y su "amigo", parte en busca del bosque donde se rodó y la cabaña que habitaba el autor del ignoto film (interpretado por un adecuado William Sadler). Ni que decir que un psycho-killer enmascarado de chanante aspecto les pisa los talones.
El arranque de "The hills run red" es mejor que el desenlace, y es una lástima. Logran engancharte desde un buen principio, y te van alegrando la vista a ratos con un poco de gore burro (eso si, en CGI y muy muy Hollywoodiense tipo B) y sutiles guiños al género de asesinos enmascarados. Entonces aterrizamos en el tercer acto y la cosa se desmadra... sí, mucho grito, mucho sufrir, alguna tortura, bastante líquido rojo... la histeria propia del desenlace de "La matanza de Texas", pero estilizada y cargante.
De todos modos, la peli se aguanta bien, entretiene bastante y es perfectamente visible.

viernes, 2 de octubre de 2009

SUPERSTICIÓN

La primera vez que tuve algún tipo de contacto con esta peli fue nada menos que en Italia, durante el viaje de fin de curso. Estábamos en la habitación del hotel, ya de noche, y hacíamos zapping (aunque entonces no se llamaba así) buscando alguna peli porno. Por puta casualidad pillamos el "espectacular" desenlace de "Superstición". Me quedé embobado viéndolo... y luego seguimos buscando algo guarro que animara nuestras calenturientas entrepiernas. Sin embargo, aquellas imágenes se almacenaron en mi memoria hasta que, pasados unos años, y no recuerdo cómo, pude ponerle título... y verla.
"Superstición" tiene una característica muy curiosa, se trata de un típico film de casas encantadas (con remalazos de cine satánico) pero rodado según las formas del tan preciado -por mi- slasher, que en aquella época (1982) daba con mucha fuerza. Vale que el malo de la función viene del mas allá, y es de aspecto más o menos monstruoso, pero es una presencia física, amenazante, que en un momento dado utiliza sus propias manos para clavar una estaca, martillo mediante, en la frente de una jovencita de buen ver. Antes, un par de bromistas -también adolescentes- caerán bajo las iras de la criatura. A ello, tenemos que añadir una dosis de gore notable (no muy habitual en el subgénero de las casas embrujadas) destacando la cabeza estallando dentro del microondas y, sobre todo, el cura atravesado por una sierra circular descontrolada. Los curas, uno de ellos prota absoluto -y los coros de la banda sonora- son residuo puro del cine de terrores católicos que decía antes, y el resto, familia en crisis habitando caserón maldito, es puro "Amityville".
A ver, la peli no es redonda, ni mucho menos, es algo patosa y tiene momentos francamente ridículos, pero también hace gala de ese look y esas maneras tan propias del horror ochentoso y cuando se trata de algo así, me cuesta muuuuucho ser objetivo. Vamos, que me encanta. Recientemente, tras varios frustrados intentos de ver cine moderno, recurrí a ella y, literalmente, me salvó la noche.
No entiendo como no se la reivindica más. Ni como el fandom no da la brasa de forma inmisericorde con ella. Aunque, bien pensado, mejor así.
Producen Mario Kassar y Andrew G. Vajna (poco antes de parir el primero de sus big hits, "Rambo").