lunes, 16 de noviembre de 2009

MUERTE CHUNCHURRIA

Inevitable, el querer visionar este mediometraje tras ver el título, el cartel y la nacionalidad del mismo.
Niños pijos colombianos (intuyo), con acceso a una mini DD, una computadora y un buen montón de programas para editar (como vemos en los créditos finales, e intuyo también que surgidos de alguna escuela de cine), se apuntan a la peste zombi que asola el globo terráqueo, con un discurso tan simplón, como el que podríamos apreciar en cualquier producto de semejante índole perpretado en nuestras tierras. Un rollo.
Unos chavales, se fuman la marihuana que hay plantada en el cementerio. Un extraño ser les advierte de que han despertado la ira de los muertos, así que unos cuantos zombies, aparecerán con el fin de contagiar y papearse el mayor número de “parseros” posible.
Lejos del tercermundismo imperante en las producciones peruanas, y que tanto nos gusta a los integrantes de AVT, lo que esta gente de Medellín nos ofrece son 25 minutos que para lo que cuenta en 10 lo hubieran despachado a gusto, en los que predominan el montaje videoclipero a mansalva, banda sonora de grupos de rock españoles (Eskorbuto, Ilegales, Manolo Cabezabolo...) que no para de sonar y que hace que no escuchemos los diálogos, el gore típico de todo corto de estas características, escenas de los protagonistas montando en bici, cual “bicivoladores” de tercera y humor chusco que no hace gracia en absoluto.
Y de reírse de la incapacidad, nada de nada. Una mierda.
Dirige un tal Estevan “el bicho” Uribe, que ni siquiera está en IMDB.
No se dejen engañar por el fardón cartel, ni por el chanante título.