sábado, 10 de julio de 2010

LA HABITACIÓN DEL MIEDO

Armand Mastroianni, antes de dedicarse casi de modo exclusivo a parir productos televisivos, había dirigido alguna peli de terrores con cierto "nombre", destacando sin ninguna clase de dudas su debut, el resultón slasher "Sabe que estás sola". "La habitación del miedo", o "Cameron´s Coset" en su versión original, marcó el fin de su carrera puramente cinematográfica (al menos hasta este mismo 2010, según iemedebe) y, muy concretamente, le borró del mapa como "prometedor" cineasta especializado en el género que más nos mola. Recuerdo que la prensa franchute del gremio ("Mad Movies" y "L´Ecran Fantastique" en cabeza) se emperró en convertir a "Cameron´s Closet" en algo así como un cult-film incluso antes de su estreno (lo mismo hicieron con "Spookies", sin éxito) y por esa razón la alquilé nada más verla en los estantes del que entonces era mi video-club favorito. No me gustó. Ayer, más viejo y peludo, decidí volver a verla y creo que mi opinión ha mejorado un poco... aunque no excesivamente.
Un niño con poderes telequinésicos le sirve de puerta a un demonio negro para adentrarse en nuestra dimensión y armarla parda. Un poli y una psicóloga lucharán codo con codo para detener la amenaza.

En el reparto destaca, como mero apunte curioso, Tab Hunter, ídolo teen caído en desgracia tras confesar su homosexualidad y rescatado por John Waters para "Polyester". En el apartado técnico nos encontramos con nombres tan suculentos como los de Carlo Rambaldi a los efectos especiales (el padre físico de "E.T.") y Harry Manfredini a la música (habitual de los soundtracks de la saga "Viernes 13" e inventor del famoso "sh, sh, ah, ah"). El guión corre a cargo de Gary Brandner, quien se adapta su propia novela. Este señor también es el responsable del libro que inspiró la peli (y la saga) de "Aullidos".

"La habitación del miedo" es un thriller sobrenatural con un deje un tanto telefílmico y en el que no para de paliquearse, le cuesta un poquito tirar palante y el final es algo desconcertante (rima!), pero en general tampoco resulta fallida, su historia se sigue con cierto interés y hace gala de algunos notables sustos y momentos inquietantes, destacando la aparición de cierto bicho en el armario frente a los ojos de un asustado policía. La sangre no chorrea por doquier pero está presente, la ingeniosa muerte del personaje que interpreta Tab Hunter vendría a ser un ejemplo.
Visible sí, imprescindible no.