sábado, 23 de octubre de 2010

TAL PARA CUAL

En un intento por volver a poner de moda a la pareja que ya lo estuvo cinco años atrás (con la sobrevalorada GREASE), se ideó esta estupidísima, pero por otro lado, muy divertida comedia romántica con componentes fantásticos, que lejos de encumbrar a nuestros protagonistas de nuevo, como era intención, los hundiría en el más repugnante fango. La peli fue un fracaso tanto de crítica como de público.
John Travolta, que aunque no dejó de trabajar nunca, si que fue relegado a un segundo plano, rodando a partir de esta folletines que rozaban la serie B (la que nos ocupa, sería un digno precedente) y ya no saldría de ese foso hasta que Tarantino decidió sacarlo de ahí, y Olivia Newton-John protagonizaría su ultima película, puesto que el cáncer la retiró de los escenarios una temporada hasta entrados los noventa, que recuperada, volvería para hacer papelitos poco relevantes en telefilmes y grabar discos que ya nunca encabezarían las listas de éxitos. Esta puñetera película, se los cargó.
Dios está muy cabreado con la humanidad, así que decide enviar a la tierra un nuevo diluvio. Unos Ángeles que trabajan para el (encabezados nada menos que por Scatman Crothers y Charles Durning), logran convencerle para que no lo haga. Para no hacerlo, la condición que pone, es que un inventor de tres al cuarto (Travolta) que acaba de robar un banco para pagar sus deudas, sacrifique su vida por la cajera a la que a atracado (Newton-John) y viceversa, con una semana de plazo. Pero para complicar aún mas la cosa, el diablo (Un decadente Oliver Reed) lo pondrá todo un poquito más difícil.
En su momento, era una película más que disfrutable, de aquellas que veía una y otra vez sin descanso, ofreciéndome siempre un funcional entretenimiento. Pero con las mismas, el otro día caí en la cuenta de que no me acordaba ni de un solo fotograma de la misma, así que fue un buen momento para verla. A medida que la veía, ya sí fui recordándola con suma facilidad.
Material de uso, disfrute y visita rápida al Water Close. Con la misma facilidad que se ve, se olvida. Eso sí, veinte años después de su ultimo visionado (calculo) ¿Cómo es hoy el visionado de la misma? Totalmente desfasado. Desde el aspecto de los protagonistas con esos cabellos cardados, esos calentadores, esas camisetas cortas y esas gafas de sol azules con un rayo que cruza por el medio (y que luego resultan ser comestibles), hasta la banda sonora con esos tempranos sintetizadores, que por momentos nos recuerdan al gitano de la cabra. La verdad es que da vergüenza ajena ver todo eso. Es tan de los ochentas, que parece una película actual en la que se exagera ese aspecto ochenteno… pero no, es una peli de la época. Travolta y la Newton-John, representan el joven medio americano del año 83, con esas pintajas y esas mentalidades… al menos en las películas.
Pero entretenida lo es, y un rato largo… quizás los tiempos que corren hacen dificultoso ese disfrute, pero si lo piensas fríamente, en la época, no se le podía pedir más a una comedia romántica. Al menos, les metían algo de chica en el argumento, que las de ahora, no tienen ni imaginación…
Dirige Jon Herzfeld cuyo último trabajo ha sido dirigir el making of de LOS MERCENARIOS, y el cual, le ha dado violentamente al telefilme entre medias de esto y la peli que nos ocupa, haciendo un paréntesis en 2001 para dirigir una de las peores película de Robert De Niro: 15 MINUTOS.
Una película maldita, sin duda, esta TAL PARA CUAL.