sábado, 2 de abril de 2011

MANIAC COP

"Maniac Cop" fue, probablemente, el más sonado de los films modestos estrenados a lo largo de 1988. No era para menos teniendo en cuenta cuales eran los sabrosos ingredientes de la ensalada, a saber: William Lustig, responsable de la legendaria "Maniac" o "Vigilante", a los mandos. El mítico Larry Cohen, padre de "Estoy Vivo" o "La serpiente voladora", escribiendo el guión y produciendo. En este último apartado, también nos encontrábamos con James Glickenhaus, director de "El Exterminador". Si todo eso ya era suficiente para ponerle a uno palote, bastaba con echar un ojo al reparto: el gran Tom Atknis (habitual en la mejor época de John Carpenter, y prota absoluto de "Halloween 3") y nada menos que Bruce Campbell... cuando aún no había alcanzado el estatus de figura de culto. Claro que el resto de actores no tenían desperdicio alguno, a saber: Laurene Landon (irritante musa de Larry Cohen), Richard Roundtree, William Smith, Robert Z´Dar (a partir de aquí se convertiría en todo un astro de la serie Z gracias a su peculiar aspecto) y en papeles muy escuetos George "Buck" Flower y ¡¡anda!!, el mismísimo Sam Raimi. A todo esto había que añadir una fricada más que a mi, adolescente obsesivo como era, me flipaba, la utilización del binomio "palabra molona + cop" tan de moda entonces gracias al éxito del clásico de Paul Verhoeven. Teniendo en cuenta todo ello, era muy difícil que "Maniac Cop" acabara siendo una caquita. Y no, no lo es.
Un policía asesino ronda la ciudad. En lugar de matar a los culpables, arrasa con los inocentes. Un detective investiga el caso, mientras otro agente es erróneamente declarado culpable de los crímenes. Ambos unirán fuerzas para detener, y desenmascarar, al maníaco.
Nadie duda de que Larry Cohen es un tío con grandes ideas que, en ocasiones, logra transformar en grandes guiones. Tal vez como director sea un pelín más chapuzas, a pesar de que tenga buenas pelis, pero en cuestión de escribir, pocos le ganan. Y eso es algo que se nota mucho en "Maniac Cop". La trama de base es muy buena, original y ofrece momentos altamente regocijantes. Que uno huya aterrado de unos asaltantes y que, al ver un policía, se acerque a él pensando que está a salvo para que luego este se lo cargue, tiene mucho potencial. O que el ciudadano medio, paranóico, comience a matar a policías normales no-maníacos, también tiene mucho potencial. Además, Cohen siempre ha tenido un espíritu transgresor que no puede evitar reflejar en sus historias. En estas rara vez encontramos blancos y negros, buenos muy buenos, o malos muy malos. Todo es tirando a gris. Sin ir más lejos, que el héroe joven y guapo de "Maniac Cop" sea un cabroncete que le pone los cuernos a su mujer y casi ni se inmuta al enterarse de que esta ha sido asesinada, tiene su miga. O que uno de los personajes principales muera a mitad de peli, también. Sorprende lo bien contada que está "Maniac Cop", su estructura perfectamente equilibrada para evitar el aburrimiento, sin resultar plana y lineal, cómo se aleja de tópicos y clichés, cómo da sutiles giros con intención de destruir cualquier posibilidad de resultar previsible. "Maniac Cop" no da nada por sentado desde el minuto uno, y eso me gusta. Tampoco hay que olvidar el humor negro habitual del guionista, que en esta ocasión resalta especialmente con la muerte del tipo hundido en cemento.
Sin duda es eso, el guión de Larry Cohen, lo más meritorio de un film que, de otro modo, se hubiera convertido en monótono e insaboro. Lustig tampoco lo hace mal, aportando ritmo a las imágenes (aunque estas resulten tal vez un pelín planas estéticamente) y las dosis de violencia deseadas, que tampoco son excesivas. Centrándonos en el poli maníaco, debo reconocer que su aspecto no me convence mucho y, dado su origen, tal vez tendría que haberse llamado "Zombie Cop" (a falta de ello, el incapaz J.R.Bookwalter se encargó de hacerla realidad -vídeo mediante- en 1991). No olvidemos tampoco el hijo bastardo que les salió a Lustig/Cohen con los dos títulos de la franquicia "Psycho Cop", ¡dirigidas por un tio habituado al porno-gay! (y que, en cuestiones narrativas, son el total y absoluto reverso oscuro al film comentado).
Vamos, que sí, que "Maniac Cop" es un producto de lo más ameno, simpático y disfrutable. Puede que ayer la gozara más incluso que cuando vivía obsesionado con ella. Su notorio éxito provocó un par de secuelas (la segunda caerá en breve por aquí). William Lustig reniega de la tercera. Tiempo después, el director y el guionista lo intentaron de nuevo con otro film destinado a parir una nueva franquicia, pero ESTA VEZ la cosa no fue tan bien. En el año 2008 un tal Chris R. Notarile dirigió este corto con la esperanza de que le contrataran para encargarse de un remake del original, o de una nueva secuela, sin conseguirlo. Hablando de remakes, se ha dicho ya mucho al respecto, pero de momento no parece que vaya a hacerse realidad.
"Maniac Cop", un film francamente recomendable.