viernes, 29 de abril de 2011

UNA FAMILIA TRONADA

Si hay un holandés internacional, y que incluso llegaran a estrenar sus películas en el tercer mundo, es decir España, ese es, como ya nos comentó Naxo en esta entrada, Dick Maas. Y si bien es cierto que ya tenía forjado un prestigio dentro del cine de terror con EL ASCENSOR, efectivamente, no conozco campaña publicitaria más eficaz, que la que en su momento se hizo en España de su comedia UNA FAMILIA TRONADA. Recuerdo el teaser, en el que Hub Staapel lanza a la piscina a Tatiana Simic, y una voz en of que decía: “Les dieron un chalet de lujo, fue como darles margaritas a los cerdos”. Los posters de la película inundaban publicaciones de la época, así como su espacio en el metro y los autobuses. Incluso, en las noticias, le dedicaron unos minutos destacando que la principal particularidad de esta película, es “que parecía Americana”. Y es que en Holanda la película había sido un gran éxito, y por lo que fuera, se pensaron los distribuidores que con la publicidad adecuada, también lo sería aquí, pero la cosa no llegó a cuajar, y menos de medio millón de espectadores acudió a verla a los cines. Pero yo, que en 1986 tendría diez años, piqué ¡Vaya si piqué!, así que, acompañado como era costumbre en aquella época por mi hermana Marisol, fuimos a ver la dichosa familia tronada. Y en su época me gustó… pero no demasiado, de lo contrario me acordaría de estos Flodder y tendría sus deuvedeses, no hubiera hecho falta que Naxo me refrescara la memoria con su reseña de AMSTERDAMNED. El caso es que es posible que la viera un par de veces mas en vídeo o en televisión, y hasta que llegó su secuela en mi adolescencia, ya poco mas supe de los Flodder.
La película cuenta la historia de un asistente social, como tantos hay que defienden causas perdidas, que propone al ayuntamiento, en fechas próximas a las elecciones, un programa en el que meterán a una familia marginal de los suburbios, en un lujoso chalét en una urbanización pija, con el fin de reinsertarlos en la sociedad. Obviamente, ni que decir tiene que eso no sucederá con la familia de marras, que son mas brutos que un arado.
Vista en la actualidad, la cosa no funciona en absoluto. En parte por la propia familia, con unas personalidades tan exageradas y caricaturescas (el hijo Mayor Johnny, es el peor, sin duda), que no logran ni caer simpáticos, ni provocar la risa, y en parte, es por unos gags de lo mas tontos, que ya en los ochenta estaban desfasados.
Y sin embargo, en muchos aspectos la película es transgresora; hay un gag, que es el mejor de la película, en la que la mamá Flodder, pilla follando en la cama a su hijo mediano con su hija mayor, le hecha a el de la cama, y les dice “A partir de mañana, cada uno dormirá en su habitación”. Un chiste de incesto, que si que es eficaz y chocante… pero ni por esas. Se acaba de joder la película con la moralina final, y ese mensaje de buenas intenciones en el que se le da la vuelta al calcetín, y viene a decirnos, que los malos no son los marginales, si no los ricos, pero que todos podemos ser amigos.
No obstante, Dick Maas, es un maquina, y la película está excelentemente rodada, con una persecución de coche que me parece sublime, y un oficio a sus espaldas que casi le vale un puesto en los USA… pero por lo que sea, la cosa no termino felizmente para el.
Me sumo, otra vez, a mi colega Naxo, para decir que merece ver la película, únicamente para ver a Tatjana Simic, en su máximo esplendor… aunque creo recordar que en LOS FLODDER EN AMÉRIKA, resplandecía mas. ¡Ah! Y no nos referimos a su talento artístico, por supuesto.