miércoles, 19 de diciembre de 2012

POSESIÓN MORTAL, LA REENCARNACIÓN DEL SEXO

Una parejita de enamorados fornica la mar de a gusto, pero no por sucio sexo o vicio, si no por puro amor. En una de estas, ya que por lo que se ve el muchacho vive en casa de los padres de ella en calidad de jardinero o criado o váyase usted a saber qué, son sorprendidos por el padre de esta, que no tolera esta relación porque está convencido de que lo único que quiere el muchacho, es su dinero. Así que en un bosque, el padre, ni corto ni perezoso, se lo carga a hachazos, despedazándolo.
Pronto la hija encontrará la cabeza de su amado ya que el espíritu de este se queda pululando por la casa. Pasan los años, y este piso se alquila una vez tras otra, pero cada inquilino fornicará más de la cuenta, y sufrirá los violentos envites de los espíritus de los enamorados, que los inducirán a matar de las formas más violentas. Brasil tiene una buena tradición de producir films de terror barato, siempre con sus pinceladas de porno soft de dudoso gusto. “Posesión Mortal, la reencarnación del sexo” (“O recarnaçäo do sexo” en su versión original) sería uno de ellos. Y el caso es que buscando algo de info en Internet sobre esta película (eso si, en castellano), compruebo que a los fans del terror, les mueve una pasión inmensa y un criterio mínimo. Tan solo leo impresiones entusiastas alabando las bondades sangrientas de esta película, que por otro lado, ni siquiera es tan sangrienta… Y yo me pregunto ¿Es que no se dan cuenta de que esta película es una puñetera mierda? O quizás el problema esté en mí, no lo se. No lo creo. El caso es que verla es un suplicio, y su visionado –o incluso el tenerla- no sirve nada más que para satisfacer la curiosidad por productos exóticos. Pero desde luego, la película es una absoluta porquería. Ahora, otra cosa es que te guste estéticamente. Ahí si podíamos más benévolos ya que, personalmente, me gusta el look de estas películas brasileñas, rodadas todas de manera tosca, con montaje básico y con esas texturas guarrindongas propias del celuloide malo y la suciedad en la lente, así como el tercermundismo de los escenarios. A eso súmenle lo sórdido de todas sus propuestas… pero si nos centramos en el resto, en la historia, el ritmo y demás, la película se queda en nada, porque, obviamente, ni da miedo, ni nada que se le parezca. En cuanto a gore, la cosa está tan mal hecha que no llega a repugnarnos, y en todo caso, tampoco nos provoca la risa esa chabacanería.
Y otro punto a su favor, es la ausencia de sentido del humor. La seriedad de todas estas roñas es siempre pasmosa, lo cual siempre está bien, ergo, no entiendo al famdom, más dado al gore cachondo que a estas cosas. Parece que cualquier cosa video-clubera que contenga sangre en su metraje, por poca que sea, es motivo de endiosamiento. No entiendo absolutamente nada.
Dirige la mierda esta un tal Luiz Castellini, cuya ficha en imdb indica que es guionista de un buen número de productos de estos y director de unos tantos menos.