martes, 15 de octubre de 2013

AQUELLA CASA EN LAS AFUERAS

Una de aquellas películas sensacionalistas con el aborto como elemento primordial de la trama.
Cuenta la historia de un matrimonio que, estando ella embarazada, se traslada de la provincia a una casa en las afueras de Madrid. Una vez allí, conocerán a una señora que lleva años viviendo allí y que se ofrece a ayudar a la joven futura mamá en las tareas del hogar. Pronto, la muchacha tendrá extrañas sensaciones, que le remiten a una anterior estancia en ese mismo lugar, y es que años atrás ahí mismo se practicaron abortos ilegales. La cosa se complicará y terminará como el rosario de la aurora.
Eugenio Martín siempre será recordado por ser el director de “Pánico en el Transiberiano”. Y aunque el género que menos cultivó en su carrera fue el de terror y su película más exitosa "La vida sigue igual", con Julio Iglesias y Andrés Pajares, también se le recuerda como uno de los grandes del terror hispano, porque el fandom así lo quiere.
Si obviamos la basura de comedia que perpetró en los noventa,  “La sal de la vida”, sí que es cierto que los últimos títulos que rodó están adscritos al fantástico, ocurría en “Sobrenatural” y ocurre en este “Aquella casa a las afueras”. Se trata de un desafortunado intento de Martín por volver a, lo que ahora llaman, “Spanish Gothic” o “Terror Rural” como tan bien lo hizo en “Una vela para el diablo”, y aunque sumerge al espectador  en momentos de inquietud, una atmósfera enrarecida y un final inesperado e impactante, esta película está a años luz de las que le dieron la fama. No es que sea especialmente mala, y considero que tiene el tempo que debía tener una película española de estas características, pero también es cierto que la idea no da para mucho, y una vez presentados los personajes, y hasta la resolución, es todo material de relleno que no aporta nada, salvo llegar a una duración estándar. También es cierto que, para estar rodada en 1980, en esa época ya era material anticuado.
En cualquier caso, queda patente lo malo que es abortar, aunque en los ochenta fuera una práctica a la orden del día, y para nada una aberración.
Lo gracioso es que, para venderla, en la carátula de una de sus ediciones videográficas, y con la intención de hacerla pasar por una película de terror pura y dura, se plagia el póster de “La ultima casa a la izquierda”, ya sea para hacer creer al consumidor que se trata de un producto de similar pelaje o, muy probablemente, para hacerle creer que se trata de la misma película de Wes Craven.
En el reparto, actores de prestigio como Javier Escribá, Alida Valli o Mara Goyanes, así como una debutante Carmen Maura, que intentaba hacerse un hueco en el mainstream tras hacer algunas de las películas “underground” de Almodóvar.
Y, curiosamente, co-escribiendo el guión, tenemos al gran Manolo Summers.
Discretita, pero se deja ver.