viernes, 6 de febrero de 2015

EL MANÍACO INVISIBLE

Muy contento con su obra primigenia, no debía estar el director Adam Rifkin, cuando sus primeras incursiones en el fantástico y la serie B las firmaba, en algunos casos, con el pseudónimo de Rif Coogan, como este “El maníaco invisible” que nos atañe.
Se trata de una serie B del año 1990, que filmada con una dejadez y una torpeza más que palpables, y pareciendo un film de principios de los ochenta, no deja de ser un precedente involuntario a “El hombre sin sombra” de Verhoeven, solo que dejando el talento en la dirección en la cuneta, pero que, esencialmente, cuenta casi lo mismo.
Y es que, concebida en un principio como una película de terror, se vendió al espectador como una comedia al estilo de “El Profesor chiflado”, cuando en realidad la película, aunque ambientada en un entorno “Teen” que se nutre de todos los clichés de la comedia, no tiene ni una pizca de sentido del humor. Es más, es bastante cruel y cabrona.
Cuenta la historia de un científico que ha estado años investigando para crear un suero que consigue hacer invisible cualquier materia, así que una convención se la inyecta delante de todos sus colegas de profesión, con la mala suerte de que falla, así que todos sus compañeros se mofan de él, lo que hace que le hiera el amor propio y, en consecuencia, se cargue a todos ellos allí mismo. Acaba con sus huesos en un manicomio, para años más tarde  y con otra identidad, acabar como profesor de física en el instituto, lugar donde los alumnos también se mofan de él, y donde perfecciona su suero, esta vez siendo efectivo, por lo que en un principio se lo inyecta y, siendo invisible, no puede más que visitar los vestuarios femeninos, para pronto pasar a medio violarlas, y finalmente, ir cargándose a todos esos estudiantes cabrones que le han estado puteando durante todo el tiempo.
Una cosa bastante tonta, en la que se mueven los objetos a base de hilos que se ven, y donde la ropa es arrancada de los cuerpos femeninos de igual manera.
Al final lo mejor de “El Maniáco invisible”, es su tosquedad  look aceitoso y el hecho de que se nos venda como una comedia. Y es que la puta película se queda a medio camino de todo, pues aún teniendo estructura narrativa de “Slasher”, no es un “Slasher”, aún teniendo  clichés de “Teen Movie”, no lo es tampoco, y aunque hay algo de sangre, tampoco llega a ser una película de terror propiamente dicha, pero si hay algo que de verdad no es, es una comedia. Ahora ¿Curiosa? Si está aquí reseñada, es porque lo es.
Eso si, erotismo rancio y deudor de “Play Boy” pero filmado con película de mierda, tiene por un tubo, tetas y culos de todos los colores y sabores y la presencia de la actriz porno Savannah acreditada para la ocasión con su nombre real, Shannon Wilsey, que si bien acompañó las pajas de muchos de mi generación con “Vererecto final” o “Fantasías secretas”, también hizo alguna que otra incursión en la serie B apareciendo, además de en esta, en películas como “Soroty House Massacre II”. Cuatro años después, se suicidó, dejando al fandom del porno bastante entristecido.
Por su parte, el protagonista Noel Peter, cuya sobreactuación resulta, por momentos, sobrecogedora, tan solo hizo esta película, y un telefilme sobre “Cenicienta”,  junto a Whitney Houston y Whoopy Goldberg, años después. Lógico, porque era malísimo el condenado. Junto a ellos Stephanie Blake (“Los Reyes del Mambo”, “Yo, el Halcón” o “Puta”), Melisa Moore ( vista en “Reposeída” y pronto en el cacareadísimo reparto de “Samurai Cop 2” junto a Tommy Wiseau) o Clement Von Franckenstein, secundario de culto de exótico nombre y al que hemos visto en montones de películas de variado pelaje como por ejemplo “Distracción Fatal”, “El Guerrero Americano V”, “Las locas, locas aventuras de Robin Hood” o “La muerte os siente tan bien”, entre otras muchas.
Adan Rifkin, por su parte, además de dirigir cosas como esta, también dirigió otras como “Psycho Cop returns” para luego pasarse al mainstream con “Cero en Conducta” y volver al cine de pequeñas proporciones dirigiendo uno de los capítulos de “Chillerama”, “Wadzilla” para ser más exactos. No obstante, como guionista si que se ha labrado un nombre en Hollywood, siendo el responsable de los libretos de las películas  familiares“Superdog”, “Pequeños Guerreros” o “Un ratoncito duro de roer”, a la vez que le dio tiempo a  realizar los maquillajes de “Hot Shots 2” y hacer de actor en todas sus películas. Un tipo curioso e interesante.
En cuanto a “El maníaco invisible”, ni siquiera se estrenó en vídeo en nuestro país, tan solo se le dio un pase en televisión que hoy los “ripeadores” han rescatado para nuestro deleite.