viernes, 27 de marzo de 2015

TUSK

Un popular podcaster que en sus programas se dedica, entre otras cosas, a entrevistar personajes curiosos con el fin de reírse de ellos, viaja hasta Canadá a entrevistar a uno de estos, cuando de casualidad se topa con una especie de marinero que estuvo viviendo en medio del mar en compañía de las morsas. Así pues, decide ponerse en contacto con él para entrevistarle también. Cuando acude a verle, este le cuenta su amistad con una morsa en concreto, Mr. Tusk, cuando estuvo perdido en el mar, lo mucho que la echa de menos y, además, le muestra su desprecio hacia los humanos.
Mientras le cuenta todo esto, descubrimos que el marinero le ha echado algún tipo de veneno en el Té que le ha ofrecido, así que le secuestrará y le aplicará una tremebunda cirugía para convertirle en una especie de morsa humana, y así rememorar los tiempos en los que el animal, era su único amigo.
En la última película de Kevin Smith, se le ve el plumero. A mí no me engaña; Smith se vio “The Human Centipede”, se flipó con el asunto y directamente plagia la idea, con resultados absolutamente desastrosos.
Kevin Smith, dijo hace tiempo que dejaba el cine, que todo lo que podía ofrecer al medio ya lo había hecho y que no le quedaba más que aportar. Mentira podrida. Cierto que el discurso se le acabó con “Persiguiendo a Amy”  pero eso de dejarlo… ya podía haber cumplido con su palabra.
Resulta que Kevin Smith además es podcaster, y en uno de sus shows, “SModcast”, que co-presenta junto a Scott Mossier y para justificar que va a plagiar “The Human Centipede”, se inventa en directo este argumento de la puta morsa y claro, los fans que no han visto “The Human Centipede” porque es Europea, enloquecen. Este entusiasmo propicia que pongan en marcha el proyecto, se gasten tres milloncejos de dólares, y en taquilla recauda poco más de un millón. El pufo del siglo. Vamos, un fracaso.
Y es que la película es mala a rabiar. Esta si sería su primera película de terror, no “Red State” y aparte de que creando atmósferas no está muy ducho, escribiendo diálogos en los que no salgan a relucir, pollas, coños y lefazos, es un absoluto manta.
Un par de momentos escabrosos, buenos efectos de látex por parte del clásico Robert Kurtzman y absolutamente nada más… Solo diálogos no especialmente lúcidos entre los protagonistas, alargar el  metraje hasta la extenuación y una subtrama con toques insoportablemente cómicos de la que se podía prescindir tranquilamente. Y es que todo es más o menos soportable hasta que, pasada una hora, hace acto de presencia un personaje, una especie de detective medio loco que resulta que lleva años detrás de dar con este marinero y que interpreta un decadente Johnny Depp al que da vergüenza ajena verle hacer el bobo, bizqueando y con un maquillaje que parece el de los payasos de la tele. Vamos que parece Miliki con bigotazos.
Y es laaaarga  y aburrida y no parece querer terminar nunca y cuando lo hace, el final es totalmente ridículo. Vamos, una mierda, un insulto hacia la película que toma como base.
Por ponerle alguna nota positiva, tan solo decir que retrata muy bien la megalomanía de baratillo de los podcasters, que se creen que son algo pero en realidad son una mierda seca. Exactamente como pasa en España, solo que aquí son todos unos muertos de hambre, y un podcaster de éxito en los USA, factura 100.000 dólares anuales, como el protagonista de la película – menos mal que aquí no hay (ni habrá) dinero de por medio en esto de los podcasts, porque sino a más de uno ya le habría apuñalado otro podcaster-
Quizás Smith se basa en su experiencia propia, o bien, es un autorretrato involuntario, porque algo me dice, que parte de su personalidad está impregnada en la de su personaje, sin él saberlo siquiera.
Pero vamos, que en resumidas cuentas, estamos ante un pestiño interminable de criminal aburrimiento con un Kevin Smith que debería dejar la cámara y dedicarse a otras cosas, porque no atina. Con lo fan que fui yo de este cabrón en los noventa…
La película, en principio, será la primera de una serie de películas que llevará por título “True North”.
En el reparto, que se prodiga lo mejor de la película porque lo cierto es que, salvo dos,  están todos muy bien,  tenemos a un cada vez más convincente (que lo cortés no quita lo valiente) Michael Parks que ha pasado de ser un actorcillo de tercera a ser un actor de amplio registro especializado en papeles extremos, que interpreta a ese marinero “Mad Doctor” que convierte en morsa al prota, Justing Long (“Servido”, “Arrástrame al infierno” que a su vez, hace de podcaster antipático y gilipollas con total credibilidad.
Smith, como si de un Tarantino de tercera se tratase (al que por cierto, propusieron como director de esta película, pero se negó en rotundo, así que Smith dirigió el asunto), recupera para el cine a Haley Joel Osment –el niño de “El Sexto Sentido”- obeso para la ocasión que de inexpresivo y mal actor, queda claro que su olvido se debe a su escaso talento y no a las modas. Y la nota femenina la pone Génesis Rodríguez, hija de José Luis Rodríguez “El Puma” (no es coña) y a la que ya vimos al lado de Will Ferrel en “Casa de mi padre” o “Por la Cara”. Finalizando los estelares, como ya he dicho antes un decadente y repelente para la risa Johnny Depp.
Muy mala.