lunes, 30 de noviembre de 2015

INTERVIEW: DANIEL F. AMSELEM

Un buen día me dio por ver una película española cuyo elenco formaba parte de la plana mayor del programa “Crónicas Marcianas”. Y me gustó… Huelga decir que de primeras, siento debilidad por este tipo de producto, este cine español comercial tan al margen del cine español comercial. Y ciertamente, la película me pareció muy curiosa, lo suficiente como para revisarla años después y dedicarle una entrada en este mismo blog. Está película era “Operación Gónada” (pincha sobre el título para saber más) que por algún extraño motivo, en la actualidad, no goza de vida videográfica de ningún tipo y navega por el limbo de las películas “raras”, “malditas” o como diablos queramos llamarlas. Por otro lado, el director, que demostró oficio con la película sin lugar a dudas, no volvió a estrenar largometraje alguno…
Así que con este montón de dudas acerca de “Operación Gónada” y sus entresijos, me puse en contacto con su director, Daniel F. Amselem, que muy amablemente contestó a todas mis preguntas y nos cedió fotografías exclusivas del rodaje de “Operación Gónada” para que ustedes puedan disfrutar de ellas aquí.
Sin más, les dejo con la entrevista.


Muy buenas Daniel. Según tu ficha en IMDB “Operación Gónada” es tu único largometraje pero veo que también has rodado dos cortos, “El Buga y la Tortuga” y “Chat Noir”. Por lo demás, tu nombre es desconocido a pesar de haber rodado un largometraje comercial estrenado en salas. Así pues ¿Quién Es Daniel F. Amselem y de donde sale?

Daniel F. Amselem es un comunicador audiovisual con más de 20 años de experiencia que nació en Madrid, estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense (junto con Iciar Bollaín y Santiago Segura) e inició carrera como ilustrador y director de cortometrajes a principios de los noventa. En mis primeros años compaginé la ilustración y el diseño gráfico profesionalmente con la escritura y realización de cortometrajes en Madrid. Me estrené cinematográficamente en 1993 con la productora Dexiderius y el cortomotraje “Jam Session”, película que se exhibió en el MoMA de Nueva York como muestra del nuevo cine Español. Luego vino “El Buga y la Tortuga” (1995) con Loquillo, en su primer papel para el cine, y posteriormente comencé mi trabajo como guionista de largometrajes en Barcelona, dónde me trasladé a vivir. Allí co-escribí el proyecto de “Operación Gónada” con una ayuda del Ministerio de Cultura para su desarrollo, lo que me permitió darme a conocer y que una productora de Madrid, Blue Legend, se interesara en la producción del proyecto.

En “Operación Gónada” aparecen muchos actores que por aquél entonces pertenecían al elenco habitual del programa “Crónicas Marcianas”. ¿Hasta que punto tenía que ver la película con el programa? ¿Cuál es el nivel de implicación del programa en la misma?
Mariano Mariano, a pesar de tener un gran carisma y derrochar simpatía en la pequeña pantalla, resultó un pésimo actor para el cine. ¿Cómo fue el proceso de selección del humorista? ¿Por qué el papel principal?

El proceso de preproducción de la película empezó dos años antes de su estreno. Por aquel entonces, ni Daniela Cardone ni Xavier Deltell eran conocidos ni trabajaban en el programa televisivo de Javier Sardá. Al humorista de Lérida lo descubrí en un programa de TV3. Su casi anonimato y su aire “autista” se acercaba mucho al Franco que quería para mi película. Con la modelo argentina, fue la casualidad. La descubrí viendo un programa del corazón en verano y pensé que era perfecta para el papel ya que representaba la viva imagen de los dibujos y diseños que había elaborado para su personaje. Ella había venido por primera vez a España acompañando a su pareja de entonces, Guillermo Furiase. Todos ellos, tras la experiencia del rodaje y la incorporación de Mariano Mariano al elenco, terminaron colaborando en “Crónicas Marcianas” antes de que la película estuviese terminada. La única implicación del programa con la película fue dedicarnos unos minutos los días previos a su estreno. Un pequeño “favor” que nos hacían para promocionar la cinta. Sobre la elección de Mariano Mariano, fue una imposición del productor y el distribuidor de la película (Columbia TriStar España). Yo había solicitado a un, por entonces, actor en ciernes llamado Javier Cámara y a otro cómico llamado Carlos Iglesias. Para el productor, la elección de Mariano Mariano era su aportación y su gran idea. Con Xavier Deltell y Daniela Cardone pude trabajar y ensayar sus personajes, con Mariano Mariano fue imposible.

 ¿Es cierto que para darle vidilla a su personaje, la voz en off que acompaña al personaje se decidió incluirla durante el montaje?
Si es cierto. El personaje de Mariano Mariano (en el guion) era el personaje más normal de todos que llegaba a un mundo muy loco, absurdo y surrealista. Su actuación debía ser lo más equilibrada posible pero esto, no se pudo conseguir. Mariano Mariano no era un actor y sus líneas quedaron muy planas. Tanto es así, que el humorista llegó a sentirse bloqueado, en algunas tomas, por ser muy diferente a la televisión. Luego, en la postproducción, realizando unos “retakes” de sus diálogos, surgió la idea de colocar una serie de “morcillas” a lo largo de la película. Una idea del productor y de Mariano Mariano que fue secundada por el distribuidor que, de alguna manera, obligó a que esto se hiciera. A mi parecer, la voz en off sobraba claramente a pesar de la plana actuación final de Mariano Mariano.



Hoy por hoy soy fan de “Operación Gónada”. La primera vez que la vi fue al calor del hogar, en VHS cuando todavía se podían alquilar películas en el vídeo club. Y la vi por morbo, leí en la prensa seria que se trataba de una película espantosa. Sin ir mas lejos, la crítica más abrasiva que leí se reducía a una sola palabra; decía “Vergonzosa” y lo cierto es que una vez vista, no me pareció una obra maestra pero si me pareció una comedia muy sólida, con buenos gags, original y con mucha inventiva e infinitamente mejor que la mayoría de películas españolas de aquél año. La única pega reside en algunos de los miembros del casting que tampoco dificultarían el disfrute de la película. Siempre pensé que una mano negra se posaba sobre la misma, ya que las críticas me parecían poco justas y exageradas ¿Qué hay de cierto en esto? ¿A que crees que se debe ese asesinato a tu película y, por ende, a su vida comercial?

La película, lejos de ser un trabajo realizado en dos días (como algunos dijeron), fue un proyecto muy currado desde su concepción inicial hasta su montaje final. Eso, quieras o no, se percibe en la película. Sobre esto quisiera decir que Javier Sardá dijo al ver la película que “estaba demasiado bien hecha” y Boris Izaguirre comentó que le recordaba (a su manera) a unos Monty Python hispánicos. Sobre la sangría a la película quiero pensar que vino porque un total desconocido se había atrevido a tratar un tema muy delicado de una manera “muy irreverente” (según ellos) y lo había hecho sin padrino alguno y consiguiendo todos los recursos posibles para llevarlo a cabo. Para los de derechas parecía que me metía con la figura de Franco mientras que para los de izquierdas hacía coña sobre un tema que había hecho sufrir a mucha gente. Creo que para todos ellos, los de un lado y otro, les faltaba claramente distancia y, sobre todo, saber reírse de uno mismo.

La película fracasó comercialmente, de acuerdo, ni más ni menos que otras películas españolas. ¿Por qué crees que otros directores que fracasan con su opera prima siguen haciendo sus películas y tú eres un completo desconocido?

Porque tienen un productor que les acompaña a lo largo del camino. El cine es de los productores y no de los autores. Para poder triunfar o iniciar un camino medianamente firme, has de ir de la mano de uno de ellos y hacer (casi siempre) lo que ellos opinan. Yo, tras la experiencia, quise seguir fiel a mis principios e intentar hacer lo que creía hasta el final y esto me ha llevado, casi siempre, a encontrarme  con “la puerta de la oportunidad” cerrada a cal y canto.

He leído por ahí que los efectos infográficos, totalmente novedosos en su momento, costaron 500 millones de pesetas. ¿Qué hay de cierto en todo eso?
Pues como todo, marqueting para inflar más el presupuesto de la cinta y alcanzar los mínimos para conseguir la subvención pertinente. La película costo bastante menos de lo que se dice pero se destino mucho esfuerzo y creatividad en plantear y diseñar todo aquel mundo visual e infográfico que luego realizamos en muy poco tiempo y a muy bajo coste.



¿Por qué la película no cuenta con una edición en DVD?

Creo que por dos motivos básicamente. Uno, porque la productora desapareció y es posible que dejara algún pufo económico con el que responderían las películas como único aval y segundo, porque es una obra muy difícil de ubicar en el típico cine español. Sobre el punto uno quisiera remarcar que ninguna de las películas de la productora se distribuyeron nunca en DVD, lo que me hace pensar que su comercialización va más allá de su “denostada” calidad cinematográfica.

¿Cuál es tu opinión sincera sobre tu película?

Que se trata de una obra fallida con un gran potencial detrás. En este proyecto hubo dos visiones muy diferentes que chocaron entre si y que causaron un producto intermedio que no satisfizo finalmente a ninguna de las partes. Yo buscaba una mezcla entre Lubitsch y Berlanga tocado con un poco de los cartoons de Warner Bros. y el productor quería un nuevo “Torrente, El brazo tonto de la ley” mezclado con “Aterriza como puedas”. El resultado: una española televisiva demasiado bien hecha en un contexto histórico no correspondido.

¿Tienes buenos momentos del rodaje en tu memoria o alguna anécdota destacable?

Si, la verdad es que recuerdo con mucho cariño aquella experiencia. Lo pasamos muy bien y el equipo fue una verdadera maravilla. Aún hoy mantengo amistad y buenas relaciones con alguno de sus miembros, a pesar de no haber vuelto a trabajar con ellos. Anécdotas, varias, aunque remarcaría la del primer día de rodaje. Augurio de lo que sería el proyecto en sí. Iniciamos rodaje un domingo con la secuencia más complicada y numerosa (por actores) de la película, la llegada a la estación y la salida del tren rumbo a Hendaya. Era mi estreno, solo disponía de una jornada para realizar un montón de planos en un lugar donde solo podíamos rodar un día ya que era un museo que debía estar libre al día siguiente. Mientras que toda la figuración comenzaba a maquillarse arrancamos con un plano de grúa donde la máquina de vapor se ponía en marcha y salía rumbo a Hendaya. Yo ejercía del maquinista (mi particular cameo a lo Hitchcock) y el plano arrancaba en la chimenea del tren humeando y sonando. Pero aquel inicio, tras una primera y única toma, se truncó con la caída de la cámara de la grúa y su consiguiente rotura. Nos habíamos quedado sin cámara para filmar y con toda la jornada aún por delante y obligados a rematarla aquel mismo día y con la única luz del sol como principal iluminación general de la estación. Pero lejos de entrar en pánico, me retiré a una esquina y medité como solucionar todo aquello en menos tiempo y de la mejor manera posible. La nueva cámara tardó tres horas en llegar y volvimos al tajo. El resultado fue mejor incluso que lo planteado en origen y la experiencia muy reveladora: El cine profesional es, muchas veces, impredecible y, aunque todo esté muy bien preparado, “Murphy” ronda siempre por ahí.



Hoy por hoy, ¿Daniel F. Amselem vive del cine? ¿Te une algún trabajo al medio actualmente?

Hoy no. Durante años trabajé en producción y dirección de cine y publicidad tanto como jefe de producción como ayudante de dirección. Durante este periodo he querido, además, levantar mis propios proyectos y hacerlo desde mi particular productora pero la falta de solvencia económica, en muchos casos, y la dificultad de no tener un padrino en otros, me han impedido rodar un segundo largometraje. Aunque esta circunstancia no me ha coartado la posibilidad de seguir realizando proyectos tanto en formato de cortometrajes, webseries o piezas breves de animación.
  
¿Tienes algún proyecto cinematográfico a la vista?

No. Lo más cercano es realizar una novela gráfica sobre uno de mis antiguos proyectos cinematográficos (“Dragón de Hierro”) que ya consiguió premios y menciones en su fase de escritura. Pienso que la posibilidad de convertir la visión de mis proyectos a novela gráfica es una buena alternativa para expresarme y compartirlos con el gran público. Es un medio que me permite materializar exactamente mis ideas y no necesita de la maquinaria del cine para realizarse. Además, de gustar, es una manera muy cómoda de ver su potencial como futura película.

Pasemos a hablar un poco sobre ti; ¿Qué tipo de cine le gusta a Daniel F. Amselem? Gustos e influencias.

Mis gustos son muy variados. Siempre me han gustado los realizadores que no “existen” detrás de las cámaras, los grandes narradores, vamos. El Western y las películas bélicas son mi género aunque la comedia de la sonrisa es también una de mis debilidades. Si me preguntas directores que me gustan, te diría que muchos pero para darte unas mínimas referencias, me hubiera gustado hacer películas como las de: Ernst Lubitsch, Luis García Berlanga, David Lean, Howard Hawks y los dibujos de la Warner sin olvidarme, por supuesto, de Clint Easwood.



 ¿Qué opinión te merece la comedia clásica española, la vulgarmente llamada “Españolada”?

Es tan respetable como cualquier otro género. Es algo muy nuestro y que durante mucho tiempo (los 60, 70 y 80) llevó a mucha gente a las salas de cine españolas. Luego, todo se globalizó, y la gran industria americana nos impuso su cine fagocitando todo lo nuestro. Una pena porque esta circunstancia ha impedido crecer y desarrollar bien este género, como si lo ha hecho el cine cómico francés. Muy pocas comedias han conectado o aportado nuevas cosas porque es el género más difícil y el que menos oportunidades tiene. Realizar un buen drama es siempre mucho más fácil y rentable que crear una buena comedia. 

Fuiste durante años Jefe de prensa del festival de cine de comedia de Peñíscola. Háblanos de la experiencia.

No solo fui jefe de prensa, también cree la imagen corporativa del mismo y forme parte del núcleo duro de la dirección. La experiencia fue increíble, creamos un festival cercano, donde se daba a la comedia española su protagonismo (que por aquel entonces no tenía) y la oportunidad de juntar a sus creadores con la gente en un marco incomparable, en el mismísimo “Calabuch”. Luego vino Málaga, con mejores infraestructuras y sponsors y Peñíscola termino por desaparecer. Aunque en aquellos años los “viejos dinosaurios” de nuestro cine revivieron y nacieron muchos de los nuevos realizadores que hoy ya ejercen como profesionales consagrados. Todos, tanto nosotros como ellos, guardamos un imborrable recuerdo de aquellos tiempos.

¿Qué Opinas del Goya de honor que se le concede este año a Mariano Ozores, después de años y años de ninguneo por parte de la academia?

Mira me hace ilusión. Mariano fue uno de los asiduos de Peñiscola y un hombre que ha dado de comer a mucha gente en la industria española. Viene de una familia de cine y toda su vida ha querido contar historias y hacerlas para que la gente ría. Nada más. Sus capacidades nunca fueron la de un excelente realizador técnico pero si la de un guionista ágil, muy creativo (con su mundo) y muy capaz de dirigir a unos actores de manera muy creíble y fluida dentro del marco de sus historias. Ahí es nada. Creo que este homenaje tenía que llegar y me alegro que la academia haya dado el paso.



Esto es todo Daniel. Gracias por tu tiempo y si quieres añadir algo, o decirle algo a los lectores de “Aquí Vale Todo”, este es tu espacio.

Gracias a vosotros por la oportunidad de expresarme en este lugar tan libre y mágico. Animaros a seguir viendo cine, tanto el de antes como el de ahora. Saludos a todos.