domingo, 20 de marzo de 2016

LOS FOTOCROMOS (Y LA CARATULA DEL VHS) DE "INFRAMAN, EL DEFENSOR DEL MUNDO"

Aún recuerdo cuando me encontré cara a cara con "Inframan" en el video-club. Ya entonces tenía plena conciencia del cine trash y sus pecaminosos encantos, de un modo un tanto verde aún, pero ahí estaba, palpitando en mi castigado cerebelo. Y aquella popular producción de los afamados Shaw Brothers tenía toda la pinta de ser una joya perfectamente ajustada a la etiqueta. La alquilé raudo y me la llevé a casa atacado por el ansia y el deseo de penetrar a mi reproductor con ella.
Contribuyó un tanto al placer cinéfago el que la copia del film estaba hecha trizas. Y no me refiero a la cinta, me refiero al propio negativo. Los rayotes y la suciedad abundaban por doquier, cosa que me ponía palote pues incrementaba la sensación de estar ante algo genuinamente exótico, extraño, ignoto y alienígena. Sin embargo, reconozco que "Inframan" no cumplió con mis expectativas. Y no es que esperara más, porque la peli va repleta de los ingredientes necesarios: un súper-héroe hortera como él solo soltando patadas y puñetazos a un puñado de monstruos de ridículo y notable artificial aspecto. Diálogos chorrantes de tebeo barato. Trama más simple y básica que el texto del dorso de una caja de cerillas. Y un ritmo salvaje y demencial, tanto como para terminar incluso induciéndote al bostezo. Pero, simplemente, me dejó algo frío. No hubo sorpresas, era exactamente lo que esperaba.
Con todo, la copié de vídeo a vídeo y, años después, la mandé digitalizar a un amigo. Esta misma copia es la que visioné hace unas noches con el fin de escribir el presente texto, a sabiendas de que conservaría el mal estado del celuloide que tanto me gustó en su momento.
Consumada hoy, en unos tiempos en que esta clase de material está más que digerido y asentado, me pareció simplemente simpática de ver, entrañable a su modo y con momentos de pura vergüenza ajena... pero en ningún momento me entraron ganas de pillarme una edición remasterizada en blu-ray con extras a punta pala y pelos del coño de la actriz protagonista servidos en un sobrecito. Tanto no.
Lo más que puede ofrecer "Inframan", además de descojono y ridiculez al cubo, es color. ¡Mucho color!, comenzando por ese traje superheróico bien rojo que duele a los ojos. Algo que queda perfectamente retratado en los deliciosos fotocromos que les dejamos a continuación. Incompletos, sí, pero también están incompletas las personalidades de todos ustedes y no por ello vamos a dejar de tratarles bien. Tan bien como nos trata a nosotros el infrahombre de Sitges (y cuidao, que allí abundan por doquier), Alex Gardés, que es quien me los cedió y a quien, desde aquí, desde este lado del planeta, le digo "Gracias!!, you are my hero!"




El par de imágenes que siguen me encantan porque van consecutivas.


En esta el científico parece comerle la oreja a "Inframan" contándole en qué
consiste la amenaza marciana a la que debe combatir....


Y en esta el superhéroe parece decir "Estoy listo!", pero la mirada del científico,
así de refilón, suena más a "¡Pringao!".
¡Qué gracioso!.