viernes, 31 de marzo de 2017

MÉXICO BÁRBARO

“Mexico Bárbaro” es una película Mexicana semi-amateur de segmentos, que sigue la estela de esos largometrajes comunitarios e independientes a las órdenes de directores como Adam Wingard, Ti West o el colectivo Radio Silence (“V/H/S”), pero resueltos con mucho menos dinero que los yankies y, también, con mucha menos imaginación.
La diferencia de este largometraje con los de los americanos, no solo es presupuestaria o de telento, sino también de actitudes (y aptitudes) y si a los Wingard y West de turno, les puede cierto hipsterismo, cierto halo de respetabilidad artística, a los Méxicanos les puede el tener menos personalidad que un lapiz gastado. El post-modernismo más feroz se apodera de la película, así como la, ya rancia, influencia de los Tarantino y Rodríguez de “Abierto hasta el Amanecer” o de “Grindhouse”. Si, amigos míos… “Mexico Bárbaro” tiene hasta un episodio en el que se le mete al HD (formato este que roba la entidad de los autores porque todo luce bonito con este vídeo) ese odioso y manido filtro para envejecer la imagen a base de rayas de celuloide gastado y polvo (¡Ya está bien de esa mierda, por favor, que parecéis todos imbéciles!), así como todos los clichés del género, así como un capítulo en blanco y negro, como si los directores fueran todos estudiantes de cine de esos que no han visto una puta película que no sea de Tarantino.
Incluso, en la película hay un velado homeje a “Troll 2”, en el episodio más vergonzante de la cinta.
Sin embargo, y destacando también las virtudes de la película, destacaré todo el trabajo concerniente a los F/X y el maquillaje, a veces muy logrado y totalmente sorprendente, totalmente alejado de lo que es en sí el proyecto del que ahora escribo y dejando el pabellón Mexicano muy alto en lo que a efectos especiales de bajo presupuesto se refiere. Hay un fantasma en la película, que de bien resuelto hace a uno quitarse el sombrero.
Por otro lado, con tanta historia, el largometraje, cercano a las dos horas de duración, se hace eterno, máxime cuando algunos de los capítulos no parecen terminar nunca del escaso sentido del tempo que pueda tener su director, no siendo el largometraje compensado con los de menos duración, que, efectivamente, son los mejores.
No voy a enrollarme desgranando aquí todos y cada uno de los episodios, que para aburrirse siempre será mejor que vean la peli, pero les diré que en ellos vemos Narcos, fantasmas, vagabundos caníbales, duendes del bosque violadores,  espíritus que exigen sangre del coño de tu madre, muñecas descabezadas, burdeles, un plagio de la anteriormente nombrada “Abierto hasta el amanecer, Vaqueros a los que se les aparecen extraños seres, etc, etc, etc….
Algunos de los episodios mostrados son mejores, otros peores, pero en general, el conjunto es bastante aburrido, aunque hay que reconocer la calidad técnica de algunos de los capítulos.
Como largometraje, es duro de soportar, por separado, algunos capítulos funcionarían mejor, pero desde luego, no hay ninguno que sea una obra maestra.
Dirigen los diferentes segmentos Jorge Michel Grau, Isaac Ezban, Laurette Flores Born, Ulises Guzmán, Aaron Soto, Edgar Nito, Gigi Saul Guerrero y Lex Ortega, Casi nada.
La película fue exhibida en el festival de Sitges en sección oficial en 2014, y tampoco es que hiciera mucho ruido tras ello.
Mala.

miércoles, 29 de marzo de 2017

LOS FOTOCROMOS (FRANCESES) DE "PATRULLA DE NOCHE"

Uno de mis "Spoofs" de serie Z, protagonizado por un cómico mediocre que me fascina, The Unknown Comic, y una reseña bien completita que hizo Naxo en su momento. Aquí.
Sin más, les dejo con estos fotocromos franceses -que en España llegó directa a vídeo-  que son casi más cutres y lúgubres que la propia película.












lunes, 27 de marzo de 2017

EL EXORCISTA

Hacer una reseña de “El Exorcista” que le haga justicia, es hacer todo un artículo ahondando en los entresijos y tejemanejes de la producción, de los cuales, por otro lado, ya se ha escrito, y muy bien, en muchos sitios. Quiero decir que ¿qué puedo yo contarles que ya no sepan?, pero, como ya he reseñado por aquí sus secuelas, y como no quiero quedarme sin reseñar esta, haré una reseña de corte un tanto personal. Porque explicarles los desastres que ocurrieron durante su filmación, las muertes del reparto durante la misma y bla, bla, bla, ya lo saben ( y si no, compren los miles de libros que hay sobre el tema), así que resumiendo; Se trata de la historia de una jovencita que es poseída por el demonio y, en consecuencia, los esfuerzos por parte de  la ciencia y la Iglesia para luchar contra ese demonio –llamado Pazuzu- (o posible enfermedad)  con la ayuda de un exorcismo, practicado por el padre Merrin, veterano en estos asuntos, y asistido por el padre Karras, un sacerdote más joven que tiene cientos problemas de fe. Una de las mejores películas de la historia del cine, por ende, de la historia del cine del terror, que obtuvo el beneplácito de la crítica y del público y que trascendió más allá del género al que pertenece, siendo a día de hoy  la estampa de Regan (popularmente conocida por estos lares tan cultos y selectos como “La niña del Exorcista”) tan reconocible como la de Marilyn Monroe en “Bus Stop” o la de Bogart en “Casablanca”. Sabiendo esto, les diré que me enfrenté, en este último visonado, a la versión del director estrenada en el año 2000, que contaba con un par de escenas adicionales y unas cuantas chuminadas ridículas en innecesarias.
Y es que fue ese año, con ese nuevo montaje, cuando yo vi  “El Exorcista” por primera vez en mi vida, con  24 años. No en valde; digamos que mi relación con la película de William Friedkin siempre fue  de puro terror ¡sin haberla visto! Y es que vi antes, siendo niño, a los 10 u 11 años “El Hereje: Exorcista II” –que ya ven ustedes que es una mierdecilla- y que quedé aterrado. Sufrí pesadillas con el Pazuzu de los cojones. Tan sugestionado quedé con esa puta película que desperté a mi madre de madrugada para decirle que tenía al demonio en mi habitación. Por eso no quise ver nunca el primer “Exorcista” y la mera presencia de Regan me estremecía. Luego vi muchas películas de terror, fíjense… pero “El Exorcista”, no. Y si yo quedé sugestionado por el visionado de uns secuelilla de segunda, imagínense como quedarían de sugestionados los artífices de la primera. Ahí es nada, el cague.
Así que aprovechando el nuevo montaje, me acerqué al cine más cercano a verla, acompañado eso si, de otros dos neófitos de “El Exorcista”. Pasé miedo, cumplió con mis expectativas y me gustó muchísimo. Además fue mi propio exorcismo para con esa película, ya que no hubo cojones de verla en la adolescencia.
Después ya me vi la versión oficial de la película, y todo eso, pero yo me desvirgué con el montaje del director, que en pleno 2000, efectivamente, me pareció aterrador. La película hacía alarde de una vigencia sobrecogedora.
Compré la película en DVD y en mis estanterías reposaba hasta que decidiera volver a verla.
Recientemente, mi pareja propuso verla ya que ella nunca la había visto, lo cual fue una ocasión más que oportuna para dedicarle una revisión. Y en esta ocasión, he llegado a la conclusión de que, efectivamente, el paso de los años hace mucho daño a las películas. Pero no me refiero el paso de los años de las películas, sino, el del espectador. Las experiencias, la perdida de la ingenuidad, el peinar canas, consiguieron que una película que siempre me había provocado escalofríos pasara ante mis ojos sin pena ni gloria en el sentido terrorífico. Porque como película me pareció grandiosa, un clásico absoluto. Quiero decir, que cuanto más mayor me hago, más pendiente estoy de lo bien hecha que está una película que de su capacidad para dar miedo. Y es que “El Exorcista” a estas alturas es eso, una película cojonuda, excelentemente rodada, que cuenta una historia cojonuda, que la cuenta de una manera soberbia y con unas intenciones geniales. Pero hemos oído ya tantas veces el “Mira lo que ha hecho la cerda de tu hija” o el “Tu madre chupa pollas en el infierno”, hemos visto tantas veces la terrorífica cara de Regan en merchadising, así como en tantas partes, que a mís 40 años puedo decir, sin despeinarme, que no sentí el más mínimo miedo viendo “El Exorcista”. Son los daños colaterales que traen consigo el ser un clásico. No obstante tengo mis reservas de cómo sería verla hoy por primera vez. Ya nunca lo sabré.
En cualquier caso, pedazo de película.
Y en cuanto a la versión del director, con tanta imagen superpuesta y subliminal que ni viene a cuento ni están bien insertadas, he de decir, que no es un montaje que me moleste lo más mínimo. Es más, quitando a lo mejor la famosa “Escena de la Araña” –en la que Regan baja las escaleras a cuatro patas de espaldas- queda un poco más descolgada porque está metida ahí con calzador y no tiene una resolución, pero el desenlace con el padre Dyer charlando con el Teniente Kinderman, o las escenas de hospital, no me parecen ni tan mal, y en cierto modo, ayudan a seguir un poco la historia. Pero la mejor escena añadida es la del obispo charlando con el padre Karras en el que dice que le practicará un exorcismo a la niña, aunque lo más probable es que sea una falsa posesión. Resulta muy esclarecedora esa escena ya que le otorga a la película un tono ambiguo a ese respecto.
En definitiva, que magistral, que como mola “El Exorcista”, aunque ya no me muera de miedo con ella.

sábado, 25 de marzo de 2017

CREEP

No sé ustedes, pero yo comienzo a estar un poco hasta las napias del "found footage". Me cansan sus estrategias, me aburren sus resoluciones argumentales y ya no me trago sus excusas. "Area 51" de Oren Peli es el mayor rollazo que me he zampado en años. Y "Blair Witch" me defraudó profundamente porque... no me dio ni pizca de miedo. Por eso, cuando presioné el "Play" para ver "Creep" y me percaté de que, desconociéndolo a priori, era un "found footage", me dije "No!". Se me quitaron las ganas. Pero, superado el susto inicial, días después decidí darle una oportunidad. Total, no llegaba a los 80 minutos de duración... ¡¿qué podría ir mal?!.
Un individuo acude a casa de otro para ganarse lo que de entrada parece dinero fácil. Únicamente tendrá que estar 24 horas con él y grabarle con una cámara de vídeo. En cuanto se encuentran, este se comporta de un modo un tanto raruno. Muy empalagoso y cansino. Pero, oye, tira millas. Le cuenta al de la cámara que va a morir de cáncer y quiere registrar sus últimos momentos. Pero hay algo raro. Sospecha esta que, inevitablemente, irá en aumento a medida que avance la peli, ¿justificadamente?, ¡podría ser!.
Patrick Brice y Mark Duplass son los máximos responsables de "Creep", producción de la estimable factoría "Blumhouse". Brice dirige e interpreta al aspirante al curro. Duplass es el tipo raro y escribe el guión. Esencialmente son los únicos rostros que vemos a lo largo de la peli. Se nota que Duplass tiene más tablas en esto de actuar porque hace muy bien lo suyo... realmente termina resultando zozobrante y odioso. Con casi NADA (¿cuánto habrá costado hacerla?, sospecho que muy muy poco), este par logran una peli bastante entretenida y, aunque no da miedo (sí algún susto), funciona a la hora de inquietarnos. "Creep" hace honor a su título. Es un "found footage" algo diferente, sin fantasmas ni nada por el estilo. Básicamente basa todo su qué en la relación de dos personas. Y es verdad que tiene momentos para la risa, pero son muy pocos. También depende de cómo te tomes lo que estás viendo y el yuyu que te puedan dar cierto tipo de comportamientos. A algunos, el personaje de Duplass les parecerá un gilipollas gracioso. A otros -como yo- les recordará a amigos raros del pasado, obsesivos y taladrantes y, en fin, le dará bastante mal rollo.
¿Que si ahora ya no le tengo tanta manía al "found footage"?... hombre, tampoco es que "Creep" me haya curado, pero sí me ha dado un poco de esperanzas para seguir intentándolo con otros que vengan. Incluida "Creep 2", en la que tanto Brice como Duplass ya están currando.

viernes, 24 de marzo de 2017

CARAMBOLA

“Carambola”, probablemente sea la más popular de las películas protagonizada por los clones de Bud Spencer y Terence Hill, PaulSmith y Michael Coby, de los que ya he hablado tanto por aquí, que con pinchar en sus nombres ya les debería bastar para saber quienes son, si es que a estas alturas, y visitando un blog como este no lo saben ya.
Así pues, “Carambola” es una de las consecuencias directas del éxito de “Le llamaban Trinidad”  y en la que Paul Smith y Michael Coby procuran imitar a Spencer y Hill al máximo. Y lo consiguen hasta tal punto que parece que estés viendo una película de ellos. Porque, si algo me ha llamado la atención, es que la película es tan difrutable como las de los originales, incluso más, que algunas de las mas flojas de la pareja clonada.
Porque, si efectivamente, en las películas Israelíes en las que Paul Smith hace las veces de Bud Spencer (“Si me enfado… lo rompo todo”) si que puedo destacar la pobreza de medios con los que esas películas están realizadas, aquí la producción no dista mucho de las de Bud Spencer y Terence Hill. Es más, Carambola podría estar protagonizada por ellos perfectamente.
Teniendo en cuenta que en Italia “Carambola” funcionó de perlas en Italia, e incluso, en nuestro país llevó casi 700.000 espectadores a las butacas –váyanse a saber ustedes si engañados por el póster de la película y el parecido de los clones, o por ser un western cómico-, me pregunto yo: ¿No será que el hecho de que estas películas resultaban un éxito solo por ser películas con clones? Yo creo que es más que probable, porque se trata de un guion que perfectamente podrían haber hecho los auténticos, o que hubiera resultado atractivo con otros personajes que no imitaran los arquetipos de Spencer y Hill. Además el director, Ferdinando Baldi, ya había trabajado con Terence Hill en otras ocasiones (en “El clan de los ahorcados”, por ejemplo).
Cuenta la historia de un experto del billar –graciosísimo el verle ejecutar jugadas imposibles de billar, siendo estas resueltas con ¡Stop Motion!- que es encarcelado por usar un revolver no reglamentario, y de un busca bullas que es encarcelado por eso mismo, por montar bronca, y que estando ambos en la cantera realizando trabajos forzados, uno de ellos mata en un accidente a uno de los guardias y se ven obligados a fugarse de allí. Todo se enredará cuando descubramos que en realidad no han matado a nadie y que todo es una encerrona en la que se les mete, y de la que ellos saldrán a base de mamporrazo, arte Italiana esta, en la que Smith y Coby, no son tan vistosos como Spencer y Hill.
Funcional entretenimiento. Un Spaghetti Western de corte cómico y autoconsciente, y espoliador de lo que espolia, que es su principal atractivo.
Del dire, Ferdinando Baldi, decir que en una más que prospera carrera,  dirigió varias películas del dúo Smit-Coby, llegó a dirigir, con anterioridad, al mismísimo Orson Welles en “David y Goliat”, pero sobretodo, es popular para los integrantes (y los asiduos) de este blog, por dirigir esa joyita del trash que es “El tesoro de las cuatro coronas” de la que ya hemos hablado en varias ocasiones, ya sea en formato podcast, como en formato “Pest Seller” en “Malas pero divertidas”.

miércoles, 22 de marzo de 2017

LOS FOTOCROMOS (INCOMPLETOS) DE "CUATRO MUJERES Y UN LÍO", "¡QUÉ TÍA LA C.I.A!" Y "EL DONANTE"

En nuestra colección de fotocromos, dónde predominan los de las películas de Pajares y Esteso, hay algunos juegos que están incompletos. En lugar de ponerlos por separado, mejor hacer una entrada con todos juntos y asi queda la cosa más bonita.
Así, tenemos fotocromos de "Cuatro Mujeres y un lío" la última película que protagonizó Esteso para Mariano Ozores, "¡Qué tía la C.I.A!",  la parodia sobre cine de espías con las mismas características formales que la anterior, y "El Donante", película dirigida por Ramón Fernández con una vieja historia de Pajares puesta en imágenes (de este añadimos el póster).
Disfrútenlo!











lunes, 20 de marzo de 2017

FAT GUY GOES NUTZOID!!

Navegando por esas páginas webs americanas de Dios, descubro un día que existe una película de cierto culto por parte de cierto fandom fino, una película que se mofa de los retrasados mentales  y que gira en torno a un retrasado obeso que hace cosas de retrasado por las calles de Nueva York. Un éxito de los videoclubes distribuido por Troma, dónde los retrasados se tiran pedos y vomitan. Se títúla “Fat Guy Goes Nutzoid”; traducido, sería algo así como “El chico gordo se vuelve gilipolloíde”.  ¿Cómo no voy a querer yo ver eso? Y gracias a nuestro conseguidor de rarezas, José Manuel Romero Moreno, en menos de un par de horas ya tengo a mi disposición una copia. Los actores son muy malos, pero como son muy malos vocalizan muy bien y entiendo los diálogos casi en su totalidad sin la necesidad de subtítulos. Pero la película no es tan ofensiva ni tan extrema como la venden. Si es cierto que hay pedos y una vomitona eterna, pero poco más. Ni siquiera es graciosa, y tira más por el lado melodramático que por el de la alocada comedia. Es un coñazo. Sin embargo, son varios los reconocidos escritores de cine chungo que alaban las bondades de esta película y la consideran su favorita de cuantas distribuyó Troma. Y quizás, más que por la película, como siempre, sea por la pequeña historia que se encierra tras de ella,  y que deja más claro aún, lo ladrones e hijos de puta que eran Lloyd Kaufman y Michael Herz.
Y es que a principios de los 80, dos hermanos aspirantes a cineastas Jonh  y  Roger Golden, buscan inversores para llevar a cabo su primera película independiente de bajo presupuesto. Tienen un guión sobre dos hermanos traficantes de droga que por una serie de catastróficas desdichas, acaban secuestrando, por error, a un retrasado mental obeso que anda haciendo el subnormal con una maquinilla de cortar el pelo en un campamento para deficientes mentales. Así pues, se lo llevan a la ciudad a hacer no-se-cual-cosa, y allí el gordito retrasado nos ofrece un recital de cafrerías tales como hacer que se folla una máquina registradora, o  exhibirse ante una viandante de manera sexy a torso descubierto. Sin más. Todo ellos con unos tintes infantiloides e ingenuos que se alejan totalmente del aire gamberro que nos vende la Troma con la película –y por ende, con todo su catálogo-. Para más inri, resulta que los hechos acontecidos, están basados en la experiencia personal de John Golden, cuando este trabajó como monitor en un campamento para disminuidos psíquicos en sus años mozos.
Ese guion lo ejecutan gracias a los 350.000 dólares que consiguen por su cuenta, engordando el presupuesto hasta el millón de dólares, embaucando como pueden los inversores a los que les gusta el proyecto. Y ruedan tranquilamente su película, siendo John Golden quien la dirija. Y, obviamente, el título con el que la ruedan –y con el que se la conoce hoy en todas las bases de datos- es “Zeisters”; no hay alusión alguna a un muchacho obeso en el título.
Con su película bajo el brazo, John Golden busca distribución desesperadamente, siempre sin éxito. Sin embargo, Tim Deegan de 20th Century Fox, viendo que la Fox no quería saber nada de la película, dijo que en un año, y con un millón de dólares, haría a la película famosa, y así fue… porque cayó en manos de la  Troma. 
Así, uno de los distribuidores, cuando ya habían comprado la película decidió cambiar, contra la voluntad de John Golden, el título de la película. Ya no se llamaba “Zeisters” sino “Fat Boy Goes Nutzoid”. Golden pensó que ese título era lo peor que le podía hacer a la película, pero poco se podía hacer.
Poco antes de estrenarla, cuando Troma la llevó al mercado de Cannes, y cuando lanzaron la públicidad, el grupo de rap “Fat Boys”, enviaron a sus abogados; si utilizaban  “Fat Boy” en el título, mucha gente asociaría el título al popular trío de rappers, y ya que la película no tenía nada que ver con ellos, querían cobrar a tal efecto. La solución era, o pagarles los que pedían, o cambiar el título. Troma no iba  soltar un duro, así que optó por cambiar el título porque en el fondo daba igual. En vez de “Fat Boy”, en el título pondría “Fat Guy”: Los “Fat Boys” no quedaron contentos, pero una vez cambiado el título, ya nadie podría asociar la película con el grupo, así que se fueron de vacío, si bien, el título tenía tanto gancho como al principio. Así que la cosa se quedó en “Fat Guy Goes Nutzoid”. Y todos contentos, menos John Golden, que luchó y luchó por mantener el título original, sin poder hacer nada.
La película se estrenó en cines de manera reducida  en Nueva York y California, y fue bien, como se preveía, sin embargo, cuando la película se lanzó al videoclub, aquello fue un bombazo del alquiler y la venta de cintas de vídeo. Corrió el boca a boca de que había una película sobre un retrasado gordo que se titulaba “El chico gordo se vuelve gilipolloide”, y ningún joven fan de lo que Troma venía haciendo desde hace unos años pudo resistirse a tal cosa. Cuando fue un éxito, Johh Golden reconoció que el título era un gancho perfecto y tuvo que aguantarse. Sin embargo, a día de hoy Golden considera que la Troma ganó mucho más dinero de lo que le dijeron, y que fue engañado por ellos vilmente, si bien nunca pudo demostrarlo.
Por otro lado, ya en los 90, Troma la relanzó en VHS. La película se hacía adjuntar con una entrevista al director, por lo que lanzaron la película como si fuera un “Director´s Cut”, cuando nada de eso había. Otra vez ganaron pasta, y una vez mas Golden sospecha que no recibió lo estipulado. Ante la duda, cuando Troma quiso lanzar la película en DVD por todo lo alto, haciendo el verdadero corte del director y con abundante material extra, Jonh Golden pidió una cantidad de dinero que la Troma no estuvo dispuesta a pagarle, y sin su firma, ellos no pueden sacar legalmente el DVD, al igual que por asuntos de contrato, Golden no puede sacar la película en DVD por su cuenta, así que, ese es el motivo por el que las viejas cintas de VHS, en cualquiera de sus ediciones, están tan cotizadas por los fans en los USA. John Golden, harto de Lloyd Kaufman y su manía de robar a los autores,  prefiere que esto sea así, por lo menos hasta que se le pague lo que pide, o hasta que se libere la película para poder relanzarla. Existen dvd piratas de la película fabricados por los fans, pero claro, el master no deja de ser un VHS ripeado.
Fascinante ¿verdad? Pues la película no deja de ser un bodrio aburrido, cutre y  hasta telefilmesco. No pasa absolutamente nada por no verla. No llega ni a curiosa.
En España, por supuesto, ni se ha oído hablar de la película siquiera.
La carrera de John Golden, tampoco ha sido muy prospera. Como director no ha vuelto a dirigir nada más, y como guionista, escribió el guion de la película “Los líos de Samantha” que si se llegó a estrenar en vídeo en nuestro país, con protagonismo de Martha Plimtom y Dermot Mulroney, con la que se cebó la crítica y que Golden considera su gran obra incomprendida. Desde luego, un outsider en toda regla.

sábado, 18 de marzo de 2017

HUSH

Mike Flanagan no es un gánster legendario, en realidad es un director de cine, responsable de un título que en su día provocó mucha división de opiniones, "Oculus: El espejo del mal". Algunos lo detestaban y a otros les molaba. A mí me parece pasable. Cuando un colega me propuso ver "Hush", la película que el cineasta hizo después de aquella, dije "Trae pacá!".
Y es que, además, resulta que los ingredientes eran harto atractivos: Una chica sordomuda aislada en medio del campo es acosada por un asesino. Previamente, el tipo, que lleva una máscara blanca durante un rato, se ha cargado a su mejor amiga. Claro que, como pueden imaginar, la tullidita será una caja de sorpresas y no se lo pondrá nada fácil.
Estas son las pelis de terror que me molan. Pocos personajes, escenario único, tiempo real, sobriedad y dominio del suspense. ¿Tiene todo eso "Hush"?, sí, lo tiene y de sobras. Una peli elegante que algunos tildarían de Carpenteriana. Sabe sacar bastante partido a la discapacidad de su protagonista cuando nos metemos en su cerebro y el sonido de la película se vuelve sordo, contribuyendo a incrementar la zozobra de todo ello.
Únicamente un palo. No me gusta nada ese "momento engañoso con finalidades chocantes" que en un producto de su calidad y saber hacer apesta más que de costumbre. Afortunadamente, lo compensa la agradecida ausencia de salidas facilonas (no, la chica no recupera sus capacidades perdidas, ni el asesino -genuinamente detestable- se levanta tropecientas veces).
Mencionar que antes que "Hush", intentamos ver una cosa titulada "Most Likely to Die" que se vendía como un especie de slasher. Con quince únicos minutos, carentes de interés, llenos de tópicos, aburridos, vacíos y estúpidos, te entraban no solo ganas de apagar la tele, también de aporrear al director en su sucia cabeza (y eso que es el responsable de esta cosita bastante potable). Lo opuesto a los primeros quince minutos de "Hush". ¡Hay que ver la diferencia entre una buena película y una mala!. Es tremendo.
Pero la historia de Mike Flanagan no acaba aquí. Sigue. Y hacia abajo. Por desgracia el colega, después de "Hush", y sin salirse del mismo 2016, rodó dos películas más y las dos mediocres. "Somnia, dentro de tus sueños" y "Ouija, el origen del mal". Dos productos con niños, 
previsibles y totalmente atados a fórmulas. Vamos, que no le ha sentado nada bien su integración en el mainstream. Una pena.

viernes, 17 de marzo de 2017

CRIMEN EN LA NOCHE

Que se dejen de rollos; ni crítica social, ni película antibelicista ni pollas en vinagre. “Crimen en la noche” es una genuina película de zombies (de un solo zombie) que se sirve de la guerra de Vietnam  en su argumento como se podía basar en cualquier otra, pero nada más. Es un acontecimiento al servicio de la ficción sin más trascendencia que esa. No creo que Bob Clark estuviera pensando en nada de eso cuando la rodó, máxime, cuando es un guión de Alan Ormsby que se inspira en la historia “The Monkey’s Paw” de W.W. Jacobs. Sin embargo, nadie dice nada sobre “Porky´s”, que si que tiene un componente de compromiso social muy grande. En cualquier caso, da lo mismo.
La cosa va de un combatiente de Vietnam que  fallece en acción. Los padres del muchacho reciben una carta que les avisa de la muerte de este. Sin embargo, al día siguiente de la fatal noticia, este aparece en casa absolutamente ileso. Todo es alegría y jolgorio hasta que al muchacho le da por hacer cosas raras como comportarse de manera violenta o matar al perro de la familia.
Poco a poco, se va cargando a más peña de su entorno y a alimentarse de ellos, porque, efectivamente, lo que ha regresado de Vietnam es un zombi. Y la madre que lo trajo al mundo que lo defiende hasta las últimas consecuencias, inconsciente esta de la condición de no muerto de su hijo, aunque a este se le caiga la cara a cachos.
Conocida en el Canadá como “Deathdream” y como “Death of  Night” en los USA, “Crimen en la noche”, que trae consigo muy buena prensa, a mí me parece una mierdecilla lenta y aburrida con un par de buenos momentos, y una historia cojonuda que con más pasta y otra actitud más mercantil, podría haber sido un clásico. Sin embargo al final es una cosa con mucho diálogo, cutre y salchichera que le deja a uno como estaba una vez acaba y que no agarra fuelle hasta su recta final, cuando el protagonista, ya zombificado del todo, se desata.
El dato freako está en el reparto, ya que algunos de los actores, John Marley y Lynn Carlin al menos, eran habituales de la escudería de John Cassavetes. Cosa coherente del todo si tenemos en cuenta que al final, como el cine de vanguardia y la serie B de horror, son géneros marginales, al final van juntos de la mano.
Por lo demás, simplemente decir que otros productos de terror made in Clark me parecen a todas luces superiores a este, en todos los aspectos, ya sea “La noche de los miertos vivientes 2”, ya sea “Navidades Negras". Pero bueno, sea como fuere, para echar el ratillo viéndola, ya  me sirve.

miércoles, 15 de marzo de 2017

LOS FOTOCROMOS DE "SEMOS PELIGROSOS (USEASÉ, MAKINAVAJA 2)"

En plenos años 90, justo la época en la que Pajares gozaba de mayor prestigio, no tuvo el más mínimo inconveniente en  volver a sus raíces humorísticas rodando sendas partes de la adaptación al cine del personaje de cómic creado por Ivá, Makinavaja. Y se convirtió en uno de los papeles de mayor dificultad a la hora de ejecutarlo según Pajares, y en uno de los más queridos por el actor.
Aún inédita la película en formatos domesticos digitales, por problemas de derechos, tendremos que conformarnos, de momento, con los fotocromos.












martes, 14 de marzo de 2017

EL JARDÍN DE LAS PALABRAS

Mediometraje (46 min.) dirigido por Makoto Shinkai quien tiene en su filmografía la película más taquillera de la historia en Japón, Your Name y de la que hablare en el próximo podcast. Hasta ahora el titulo que otorgaba tal honor era El viaje de Chihiro, por lo que habrá que tener muy en cuenta a Makoto Shinkai de aquí en adelante.

En el jardín de las palabras nos encontramos con una historia dramática y romántica que nos dejara el corazón en un puño pero también nos enseña a seguir avanzando en la vida.

El protagonista es Takao Akizuki un joven estudiante de 15 años que los días de lluvia le da por faltar a las primeras clases del instituto y pasar un buen rato en un banco de un parque bajo una pérgola. Al comienzo de la historia cuando Takao llega a su destino se encuentra que allí hay una mujer de 26 años bebiendo cerveza y comiendo chocolate. El primer pensamiento del protagonista es que menuda irresponsable, estando allí, faltando seguramente a su trabajo y bebiendo cerveza desde primera hora de la mañana. Ese primer día no intercambian más que las típicas frases de cortesía, hasta que cuando la mujer, que se llama Yukari Yukino, se va a marchar le suelta una frase que deja un poco descolocado al protagonista (no la indico para que veáis la película porque tiene cierta importancia al final)

Al día siguiente vuelve a llover, así que Takao y Yukari, se vuelven a encontrar bajo la pérgola del Shinjuku Gyoen National Garden (parque y jardín real que podéis visitar si vais a Japón) Poco a poco van conociéndose, pero de una forma más o menos superficial, no se preguntan sus nombres, ni se habla del trabajo de ella.  Cada vez que no llueve es un suplicio para los dos protagonistas, ya que no hay excusa para faltar al colegio en caso de uno, y al trabajo en caso de la otra. Así tanto Takao como Yukari desean que llueva, aunque solo sea para poder pasar unas pocas horas con su compañero de banco. Takao le confiesa, porque ella mira entre sus cuadernos, que lo que más desea en este mundo es ser fabricante de zapatos, y llegado un punto empieza a fabricar unos para Yukari. Pero entonces lleva el verano, y la época de lluvias desaparece. Algún día esporádico tanto uno como otro van al jardín, pero no se encuentran. 

Cuando acaba el verano y empiezan algunos días de lluvia se desvela toda la verdad sobre Yukari, y llega el final de la historia dejándonos un sabor agridulce, pero esperanzador para el futuro. Por cierto hay escena post-créditos que es la que nos eleva un poco en animo, así que en caso de ver la película no os la perdáis o podéis entrar en depresión.

En definitiva nos encontramos con un mediometraje, que no necesitaba nada mas, no era necesario alargarlo a la duración convencional de una película, ya que no aportaría nada significativo a la historia. Es ideal para ver con la pareja abrazados en el sofá, aunque puede que alguno (o los dos) lloréis un pelin en el tramo final. Y ojito al próximo podcast, será el numero 76, porque Your Name es aun mejor, y eso que esta El Jardín de las palabras, es buenísima.

lunes, 13 de marzo de 2017

JULIETA

Lo natural es que el comentario sobre esta película, lo hubiera resuelto en 140 caracteres en las Mini Reviews de Twitter. Me hubieran sobrado todos, porque hubiera puesto “Espantosa”, y me habría quedado tan ancho. Pero he tenido que recurrir al espacio que me brinda el “Aquí vale todo”, para lanzar una pataletilla, nada grave.
“Julieta” cuenta la historia –que no interesa a nadie- de una mujer que  tiene que superar la perdida de su amor y  de su hija, quién al morir su padre, abandona a su madre sin querer saber nada de ella. En un momento de la película, la protagonista, Julieta, toma conciencia de la situación, y a base de flashbacks, se nos explica este dramón, no sin sembrar bastante confusión en el espectador, y el tedio más absoluto.
Mala, mala, mala de solemnidad. Incluso técnicamente ¿eh?, que o no tenían suficientes planos rodados, o el montador es un autentico manazas.
Al margen de lo aburrida que es la película, el motivo de esta reseña es denunciar, por enésima vez, a los lloricas del cine Español, en su búsqueda de culpables a la hora de justificar su poco éxito. Nunca es debido a la perdida de su talento, no…
Y  es que “Julieta” de Almodóvar –al que recientemente se le ha dado un cargo de importancia en el festival de Cannes, dónde su prestigio es enorme y eterno-, fue noticia en su estreno por el descalabro en taquilla. No recaudó lo que se esperaba de un film de Almodóvar. Bien, el averiguar el por qué una película funciona y otra no, es algo que debemos achacar mayoritariamente al azar, pero es que en este pasado año, ha sido una vergüenza el escuchar las excusas que se le buscaban al fracaso de esta  película, y otra más como pueda ser “La Reina de España” de nuestro odiado Fernando Trueba.
En los últimos años, no obstante, ha triunfado un tipo de cine de comedia llano, sencillo, escatológico y banal que ha sentado millones de culos en las butacas, como puedan ser los casos de “8 Apellidos Vascos” y su secuela, “Cuerpo de Élite” o “Kiki, el amor se hace”. Esto quiere decir, que el cine de corte populachero, ha ganado puestos en los últimos años, y como es tradición desde que el cine es cine en España. ¿No será que los gustos del espectador han cambiado?
Por otro lado, es sabido que Almodóvar ha perdido su punch; no solo su última película buena fue “La piel que habito” de 2011, sino que “Los Amantes Pasajeros” ya resultó ser una mediocridad de agárrate y no te menees, con todos esos chistes de drogas dignos de “Pepi, Luci y Bom” pero a destiempo, cuando ya no hacen gracia. Tras verla, muchos espectadores pensaron aquello de “En mi puta vida vuelvo al cine a ver una película de Almodóvar”. Sin embargo, hizo una taquilla  más que aceptable, porque el público no estaba alentado; quiero decir, al cine fue el público de Álmodovar, pero que acudiesen al cine, no quiere decir que les gustase la película. Ergo, quedaron, posiblemente, escarmentados
Por otro lado, hace ya tiempo que el público de Almodóvar, casi se reduce a señoras septuagenarias que, o bien han fallecido en el transcurso de “Los Amantes Pasajeros” a “Julieta”, o bien, ya están muy mayores para bajar a la calle, y no digamos para ir al cine más próximo y esperar cola para sacar una entrada.
Con todo esto que cuento, no es difícil intuir el por qué del fracaso de Almodóvar, ¿verdad?, puede ser porque los tiempos cambian y el cine que gusta es otro, o porque Almodóvar ya no es lo que era ni genera el mismo interés, o que el público mayoritario de Almodóvar se ha perdido como lágrimas en la lluvia.
Por otro lado, antes del estreno de la película de Almodóvar, se le descubrió como uno de los que no entiende que los impuestos son para todos, al estar su nombre asociado a la trama de evasión de divisas popularmente llamada “Los papeles de Panamá”. Entonces se empezó a decir que quizás la gente había boicoteado el estreno por este asunto. Puede que tengan razón, y además me parece de recibo que el público que paga sus impuestos religiosamente, aun cuando estos viven de forma austera como mileuristas, den la espalda al millonario y excéntrico director de cine que encima se escaquea de pagar como todo hijo de vecino. Es muy probable. Pero yo pienso que es más probable que el fracaso de “Julieta” se deba a cualquiera de las razones antes expuestas por mí, que al boicot del público. Porque mira que pensar que los espectadores de cine se ponen de acuerdo por no ir a ver la película  por temas de supuesta corrupción…obviamente eso es porque el sentimiento de culpa está ahí. “Seguro que no han ido a ver mi película por todo este asunto” debió pensar Almodóvar, pero no se le ocurrió pensar, que igual su película fracasó por ser
Inaguantable. El problema, nunca es de los directores, sino del público. Y la única verdad es que “Julieta” es una mala película. Aún así, siempre hay esnóbs que aunque no les guste, le darán trato de obra maestra solo por ser de Almodóvar.
Y encima los académicos seleccionan la película para que nos represente en los Oscar. Ahora es cuando puedo yo decir que eso es una confabulación de los académicos para engañarnos y que así vayamos a ver la película, por ejemplo, porque por lo que respecta al Oscar…los americanos ni la han tenido en consideración, lógicamente. Por otro lado, Trueba, quien ya hace años que no interesa al público básicamente porque su cine es un peñazo de cojones, decide hacer una secuela de su película de más éxito, “La niña de tus ojos”, casi veinte años después.
Trueba, cuando fue a recoger no se que premio, dijo que ni por un segundo se sentía español, y que cuando jugaba la selección, siempre se posicionaba al lado de Francia. Cosa esta muy lícita y que incluso comparto; no solo no me siento español, sino que detesto la idiosincrasia de este país.
Estrena la secuela de esa peli, “La Reina de España” y no va a verla ABSOLUTAMENTE NADIE. En la hoja del ministerio solo figuran 40.000 espectadores, que curiosamente es el mínimo para cubrir la cuota de pantalla y que se pueda tener en cuenta la producción de cara a recibir la próxima subvención. Cuanto yo trabajaba en cierto cine de Madrid,  las propias distribuidoras compraban entradas hasta llegar a ese número de espectadores para justificar esa cuota, en pases ficticios que organizaba el cine. Los chanchullos del cine Español, nada novedosos, sabidos por todos,  y que son así, por mucho que algunos quieran hacer creer lo contrario a los neófitos del negocio; el espectador –que muchas veces es tonto-, supongo que porque a ellos les conviene que esto no se sepa. Pero se sabe, por mucho que las celebrities nos llamen cuñados en Twitter, que ese sería otro tema. Lo que pasa es que da igual porque nadie hace nada, y el gobierno está metido de por medio. También, otro tema. Y pensando por mi parte, que esa película fue a verla mucha menos gente de la recogida en la hoja del ministerio –como suele ser habitual-,  a lo que voy, es que la película de Fernando Trueba no funcionó PORQUE A NADIE LE INTERESA ESA PELÍCULA, porque es un peñazo. Pero no, la culpa es del público, no de la película. “Como tengo sentimiento de culpabilidad porque dije que no me sentía Español, el público ha boicoteado mi película y no han ido a verla, pero no es porque yo sea un director rancio que cuenta historias desfasadas. Es porque el público es malo”, debió pensar Trueba.
Y encima tiene la poca vergüenza de salir luego en la tele diciendo que “Para ser buen Español lo que se debe hacer es ir a ver cine Español. Si ven “La Reina de España” serán mejores Españoles”. A lo que digo yo, que el público ya va a ver cine Español; pero no el tuyo, Fernando de los cojones “Spiderman es un Subnormal” Trueba; Van a ver “8 Apellidos Vascos” y “Cuerpo de Elite”. Y si no, tienen una gran y amplia paleta de colores provenientes de América, Si te jode que vean cine Americano, también pueden ver Europeo. Lo que sea, todos los títulos en cartelera, son más sugestivos que tu ocre “La Reina de España”. Porque el publico va a ver lo que le sale de los cojones, y no es peor por no ver tu película.
Y cuando no, otros echan la culpa al cine doblado. Pero la culpa nunca la tiene el cine Español, ni sus responsables; la tiene el que paga.
Pero esto es normal en un país de ladrones y chanchulleros, en el que meten a la Pantoja en la cárcel tras una sentencia por robar dinero público y una horda de señoras analfabetas salen a defenderla solo porque canta muy bien.
Qué vergüenza. Qué vergüenza. Qué vergüenza.
Conclusión: Vayan a ver el cine español que les apetezca, no el que el cine Español quiere que ustedes vean. No se lo merecen.

sábado, 11 de marzo de 2017

EL CADÁVER DE ANNA FRITZ

La actriz joven y deseada de moda, Anna Fritz, fallece inexplicablemente. La llevan al depósito. Allí hay un estudiante en prácticas jovencito, algo novato y bastante tonto, que le hace una foto con el móvil y se la manda a sus dos mejores colegas para demostrarles que el cuerpo sin vida de la famosa está allí. Estos no se lo piensan dos veces y acuden. Beben, esnifan, se envalentonan y deciden ver la muerta. Una vez delante y en pelota picada, uno se lanza y la magrea. Pero no cunde el pánico del todo. De hecho, el futuro médico confiesa que una vez se folló el cadáver de una pava que estaba muy buena. Se desencadena la locura y el más macarra de los tres dice que va a hacer lo mismo con la Fritz. El tercero en discordia se escandaliza y mosquea, pero ello no detiene al primero. Como tampoco detiene al estudiante, total, ya le había pillado el gusto. Sin embargo, mientras se la zumba, Anna Fritz despierta. Porque no estaba muerta ni de parranda, estaba catatónica. ¡¿Y ahora qué?!. No pueden avisar a nadie porque la mujer explicará lo de la necrofilia. Pero el tercero en discordia sí quiere dar la noticia, lo que desencadenará el primero de los varios conflictos con consecuencias tremendas de este thriller de producción eminentemente catalana.
Nadie puede decir que "El cadáver de Anna Fritz" no cuente una historia que mola. De hecho, el guión está bastante bien desarrollado y, a fin de cuentas, entretiene un rato, lo que es mérito si tenemos en cuenta que el 90% de ella ocurre en un único escenario y con cuatro personajes.
Sin embargo, y a pesar de sus innegables aspectos positivos, da la sensación de que la peli no termina de sacar todo el jugo que podría a semejante trama. Algo falla. Es sosica. No tiene suspense, no es inquietante, ni impacta cuando debe. ¿Serán los actores, será el director, será la música, tal y como dijo mi pareja?. I don´t know. "El cadáver de Anna Fritz" podría haber sido un peliculón y se queda una peliculita maja... lo que, tal y como está el patio, ¡tampoco es tan malo, copón!.

viernes, 10 de marzo de 2017

LAS FABULOSAS AVENTURAS DEL BARÓN DE MUNCHAUNSEN AKA LAS FABULOSAS AVENTURAS DEL BARÓN FANTÁSTICO

Hace poco les hablaba de lo que supuso para mi infancia la película de “Las nuevas aventuras de Popeye”, y hoy les vengo a hablar de otra película de animación que también me marcó lo suficiente como para que, fruto de la nostalgia, tras localizarla, fuera corriendo a verla. Se trata de “Las fabulosas aventuras del Barón de Munchausen”, largometraje de animación que adapta las aventuras ficticias de un Barón Alemán que existió realmente, y que  debería ser un fantasma que se inventaba unas historias de aúpa. El caso es que estas fantasmadas fueron llevadas a la gran pantalla de muchas maneras, siendo la más popular de todas ellas la que en forma de largometraje perpetró Terry Gilliam.
Sin embargo, la primera vez que tengo constancia del personaje es con esta película del popular Jean Image, Franchute que lo petó en los cines de medio mundo en los años 70 con su adaptación animada de “Aladino y la Lampara maravillosa” y que también lo hizo con la que nos ocupa, la cual vi siendo un tierno infante en mi adorado cine Benares, al cual me llevaron mis padres, cuando se estrenó bajo el título de “Las Fabulosas aventuras del Barón Fantástico”. Unos años más tarde, apareció en formato domestico directo a alquiler, con el título que nos ocupa, incomprensiblemente. Quizás, por equis cuestiones, el Barón de Munchausen en un par de años se hizo popular entre la niñería de la época por, váyanse ustedes a saber por qué, y decidieron cambiarle el título.
El caso es que recordaba muchas escenas de esta película que me marcaron, recordaba sobretodo la canción que se marcan a mitad de metraje el Barón y sus reclutas y recordaba lo felíz que era de niño viendo películas, ya fueran estas de animación o de imagen real, e incluso se me humedecieron los ojos al ver los títulos de crédito de pura emoción. La nostalgia y la mediana edad, amigos. Casan estupendamente.
La peli cuenta como el Barón tiene que llevarle al Pachá de no se donde un regalo muy especial, y por el camino irá soteando los peligros que se le presentan, acompañado de una banda de freaks con deformidades –y  dones que acompañan a esas deformidades- viviendo una serie de inolvidables aventuras.
Y la verdad, como ejercicio nostálgico que es el volver a verla, funciona perfectamente, pero como película…¡menuda porquería! Y es que, es cierto que Jean Image tenía una gran inventiva y hacía unas adaptaciones muy bien desarrolladas, pero su animación es tosca y fea, cutre y salchichera, si bien al argumento le cuesta avanzar, quizás consecuencia de ser una película infantil en la que el paso del tiempo ha hecho especial mella. Vamos, que Image no es Disney.
Una vez inmerso en la película, tras liberarse del ataque de nostalgia, lo cierto es que la película es un soberano aburrimiento, que si bien de niño me entusiasmaba, dudo mucho que a día de hoy ningún niño pudiera disfrutar de este producto.
La película en su momento fue un gran éxito por todo el mundo. En España congregó a 27.000 espectadores –no demasiado- y se convirtió en un clásico de las secciones infantiles de los videoclubes. De hecho, cuenta con una secuela directa, todavía más peñazo que esta, titulada “El barón de Munchausen y el secreto de los Selenitas” que ya se estrenaría directamente en vídeo, y que supondría el último largometraje en la carrera de Jean Image.
Una pena que sea tan mala, pero ¡Ahí queda!

miércoles, 8 de marzo de 2017

LOS FOTOCROMOS (Y EL POSTER) DE "LA HOZ Y EL MARTINEZ"

Tras su época con Mariano Ozores, y en su transición hacia "¡Ay Carmela!", Pajares deambuló entre la comedia y el drama con "La hoz y el Martínez" de Álvaro Sáenz de Heredia, en la que tuvo la oportunidad de cambiar el registro. La película, no es que esté muy bien considerada en general, pero a mí me parece una cosa muy digna y divertida.
Aquí los fotocromos y el poster.