martes, 6 de diciembre de 2011

CHILLERAMA

Varios de los auto-proclamados nuevos estetas del "horror indie moderno" se unen para parir el enésimo homenaje a los auto-cines, la serie Z, el exploitation, el trash, el grindhouse, las dobles sesiones, bla, bla, bla y bla. Apuestan por la comedia antes que el horror, y te venden el sarao como un festival de gore y mal gusto que luego no es pa tanto. Especialmente lo último, con chistes a base de caca-culo-pedo-pis que se pretenden ofensivos sin llegar a serlo. Encima, lo crean o no, la dosis de tetismo es mas bien escasa (algo que reconoce uno de los mismos directores), todo ello muy típico de la doble moral americana. Eso sí, homenaje a la Troma incluido -el auto-cine donde se desarrolla la trama principal se llama ¡Kaufman!- para justificar el desmadre (y discurso barato anti-era digital... sí, esa misma sin la cual estos señores no podrían haber hecho su película -está grabada en evidente vídeo- ni distribuirla).
La historia se centra en el mentado auto-cine, donde se reúnen los personajes principales para una última noche de pelis chungas antes del cierre. Iremos viéndolas en formato corto a lo largo del excesivo metraje. Son las que siguen:
"Wadzilla": Este tiene la suerte de ser el primero del pack, por lo que las salidas visuales graciosas que luego se repetirán hasta la saciedad aquí aún resultan algo sorprendentes y funcionan. En su contra tiene que de parodias de las monster movies de los años 50 explotando sus efectos especiales cutres y sus personajes cuadriculados se han hecho a miles y millares. Es más de lo mismo. A ratos simpático, a ratos incluso patético. Un tio toma una medicina para dar más vidilla a su esperma, con la mala suerte de que los espermatozoides le salen enormes. Uno de ellos huye, y se convierte en un monstruo gigante que lo devora todo (fabricado por los hermanos Chiodo, padres de los "Critters"). Se parece mucho a "El hombre langosta" (en lo de exagerar la cutrez de sus trucajes, a base de evidentes maquetones, muñecos e hilos sujetando juguetes) pero, sobre todo, al "Rectuma" de Mark Pirro... muy superior, by the way. Dirige (y protagoniza) Adam Rifkin, responsable de "Cero en conducta", de una peli de culto en USA titulada "The Dark Backward" y es el tio que sustituyó a Scott Spiegel y el clan Raimi en "The Nutt House".
"I was a teenage werebear": Parodia de "I was a teenage werewolf", de las pelis de amor adolescente de los años 50, los musicales y las "beach movies". Tim Sullivan, director de los dos "2001 Maniacs" (el segundo de los cuales era abominable), despliega su limitado saber hacer para parir el corto más largo y menos divertido de todos. Al "déjà vu" general se le suma un humor muy chorra y elemental y el "gay"ismo del director, que esta vez se desata por completo narrando la epopeya de un chaval -vestido en plan James Dean- que descubre que le molan más los músculos que las tetas y que se obsesiona con el "bad boy" del barrio que resultará ser un "werebear" (en lugar de "hombres lobo" tenemos "hombres oso"... ese es el mejor gag de todos). Cutre, pesada y tonta. Y no lo digo por su tirón homo, para nada, lo digo porque... bueno, porque es así.
"The diary of Anna Frankenstein": Adam Green, padre de los dos "Hatchet", era quien prometía más diversión y gore, y debo decir que, salvo el título, la cosa decepciona bastante. Hitler crea un monstruo de Frankenstein con pinta de judío quien, obvio, se volverá contra él. De todos los segmentos, este es el más "spoof" con algun acertado gag de metacine (para cazar a Hitler, el monstruo busca donde esta el final del decorado y sale), pero en general es muy limitado y previsible y, siguiendo el orden establecido, muy tonto, demasiado incluso para mi. El histrionismo de los actores y el alemán hablado (y que tiene toda la pinta de ser inventado) terminan rayando un poco.
"Deathication": Esto más que un corto es un trailer y es el que apuesta por la mayor dosis de mal gusto, a base de chistes de caca. La parodia apunta hacia el cine setentero y el italiano, y se prolonga incluso a los créditos finales.
Todo ello entrelazado por la historia que se desarrolla en el auto-cine, con amores adolescentes (buuuuh!!), muchos guiños (sobre todo a base de frases famosas sacadas de pelis míticas de los 80, citas directas a "Robocop" y "Spaceballs", mención a Simon Pegg, etc) y, cómo no, ¡zombies!... que sí, que son zombies que se masturban y mueren con un tiro en los cojones, pero son los putos zombies que el mercado demanda. Es la parte más standard del pack y se la debemos a Joe Lynch, dire de "Km. 666 II: Camino sangriento".
El reparto tiene algunas agradables sorpresas como Ray Wise, Eric Roberts, Kane Hodder (haciendo del monstruo judío), Lin Shaye o Ron Jeremy. Los cuatro directores se marcan un simpático cameo justo antes de los créditos.
Al final, lo que uno obtiene de "Chillerama" es la sensación de chiste privado, de peli casera para regocijo de quienes la han hecho y sus colegas (que trabajan en la prensa especializada y se encargarán de darle el "estatus" que no merece), pero de difícil degustación para el resto de los mortales. Eso por un lado está muy bien, pero por otro no mola si, como yo, no conectas con este mega-chiste. Lo peor es que hace muy poca gracia y todo el rato tienes la sensación de que sus responsables creen haber inventado la panacea sin darse cuenta de que otros ya lo pensaron antes y lo hicieron bastante mejor.
Loables intenciones, parcos resultados. Finalmente lo mejor de toda esta empresa es el puto póster, ¿que no?.