martes, 11 de junio de 2013

MOULIN ROUGE

Parece que fue ayer, pero ya han pasado 12 años desde que se estrenara la película que devolvió los musicales a las pantallas de cine. Su director Baz Luhrmann está ahora mismo apretando mucho en la taquilla con El Gran Gatsby, que oh!, también es un musical. Y es que parece que el director australiano se ha especializado en este género. De su escasa filmografía (hablando solo de cine, no cuento ni espectáculos teatrales ni anuncios de TV) la primera película, El amor esta en el aire, es una adaptación de un famoso musical de Australia. Le sigue Romeo y Julieta, donde los actores no cantan (o al menos no recuerdo ver a DiCaprio cantar) pero sí que la música está muy presente en el filme. Luego viene la película que nos ocupa, Moulin Rouge que es el súmmum en musicales en la actualidad, para repetir actriz protagonista, Nicole Kidman en Australia (otro musical), junto a otro ilustre actor de ese país como es Hugh Jackman. Y para acabar, la película que acaba de estrenar, El Gran Gatsby, en la que repite la formula de Moulin Rouge, aunque por lo que dice la critica sin el mismo acierto. Y cuando digo la formula Moulin Rouge, me refiero a meter canciones pop actuales en una época que no le corresponde.

Moulin Rouge, junto con las dos anteriores películas del director, forma parte de la trilogía de las cortinas rojas. Películas que tratan sobre el amor por encima de todo, y en las que supongo salen cortinas rojas. Así que no es de extrañar que a Moulin Rouge en su momento, o incluso ahora, se la tache de ñoña y sensiblera, pero aunque esto fuera así, que bonita que es la jodida.

Christian (Ewan McGregor) es un joven escritor que acaba de llegar al Paris de inicios del siglo XX. Para los que no lo sepan, Paris es llamada la ciudad de las luces porque fue la primera ciudad europea en tener luz eléctrica. Lo que no todos saben, es que el Moulin Rouge (sala de fiestas/puticlub) fue uno de los primeros edificios en cambiar las teas y lámparas de aceite por las bombillas de luz incandescente. Animado por las luces del cabaret, Toulouse Lacroix, el absenta, y con la idea de vender una obra teatral, entran al Moulin Rouge. Christian queda deslumbrado en cuanto ve el número musical de Satine (Nicole Kidman) Rápidamente queda prendado de ella, y en cuanto se conocen, con enredo y de por medio, se enamoran mutuamente. Lástima que El Duque, un hombre que tiene en su mano salvar o destruir el Moulin Rouge, se encapriche con la bailarina y la quiera solo para él. El dueño del local, presiona a Satine para le de coba al Duque y así conseguir la financiación necesaria para mantener a flote el espectáculo. Por lo que esta deberá de mantener su amor por Christian en secreto. 

Como película romántica, los enredos se sucederán uno tras otro, y como musical, las canciones nos contaran más de lo que aparentan. Un ejemplo de estos enredos es el espectáculo que el Duque financia, y es que esa obra, que escribe sobre la marcha Christian, habla de la historia de amor del escritor y la bailarina, y hace chanza con el enamoramiento del Duque. En cuanto a las canciones, cuando toca el turno de Roxanne (originalmente de The Police) es cuando queda claro, lo difícil de la profesión de Satine y por lo que realmente debe su status dentro del Moulin Rouge, siendo este un momento demoledor, como la canción original.

Las adaptaciones de las canciones, y la selección de las mismas es magistral, ninguna sobra, y tenemos canciones tan dispares como “Nature Boy” de David Bowie,  ”Lady Marmalade” de Christina Aguilera, la ya citada “Roxanne” de The Police o “Smell Like Teen Spirit” de Nirvana. Una banda sonora de lujo, en la que además cantan de verdad los dos actores protagonistas. Esto me sorprendió mucho, sobre todo por la parte de Ewan McGregor, ya que apenas unos años antes le habíamos visto como Obi Wan Kenobi, y poco antes como el yonki Renton de Transpotting, y claro, un yonki que luego fue Jedi, como que no llamaba mucho para un musical, pero ay, ay, ay, cuando le toca el turno de cantar alucinas de lo bien que lo hace (imagino que habrá mucho estudio por detrás, pero leñe, también lo tiene Lady Gaga y dicen que es lo mas, a quien le guste, claro) y sobre todo en dos momentos, cuando canta “Your Song”, y a dueto con Nicole Kidman en “Come What May”, entonces es cuando se te caen los huevos al suelo y dices, joder como canta este tio.

Preciosa, con un final lacrimógeno, que no nos pillara por sorpresa porque la película es un gran flashback, empieza con el final, para volver al principio de todo y contártelo con la voz en off de Christian. Y aun así, mucho llorar al final.