viernes, 22 de noviembre de 2013

BIOGRAFÍA DE UN ESCLAVO

“5 Locos” son un colectivo de cineastas amateur provenientes de la provincia de Saladillo, en Argentina, que, adictos a la comedia,  deciden hace unos años juntarse para rodar con los pocos medios de los que disponen (prácticamente ninguno) sus propias películas. Nada nuevo, directores así los hay a lo largo y ancho de este mundo, muchos de ellos, incluso, infinitamente más interesantes que este colectivo. Sin embargo, siendo Argentina prima-hermana de España, suele ocurrir, como aquí, que la mayoría de cineastas de lo precario, que hacen sus películas con cuatro pesetas, se adscriben al gore cafre y mal entendido (“Farsa producciones” o  la gente que grabó aquello de “2 locos en mar de plata”) o a la comedia más chusca y  facilona. Además de contar con unos medios más que decentes.
“5 Locos”, sin embargo, no disponen de nada más allá de la video cámara, la pobreza, su entusiasmo y una concepción pura a la hora de hacer cine. Y valentía. Mucha. Por eso les dedico esta reseña.
Valentía porque en estos tiempos que corren, en los que cualquiera puede agarrar una video cámara y hacer una película, unos amantes de la comedia como ellos, han decidido que su último largometraje huya de todos los tópicos inherentes al cine “underground” y en vez de buscar las agradecidas risas del posible público, han preferido ponerse a prueba ellos mismos y grabar un desgarrador drama, muy consciente de su condición y jugárselo todo a una sola carta. Si esto no es valentía, que venga dios y lo vea.
La película, con fuertes tintes de neorrealismo – los actores son los propios vecinos de ese pueblo de Saladillo donde está rodada-, cuenta, basándose en un relato de la tal Marina Maison, en la que un hombre de pueblo se tira la vida siendo maltatrado por su hermana, medio bruja y timadora, y el hijo de esta hasta limites infrahumanos. Llegados a este punto, las cosas desembocarán como han de hacerlo.
Medios con los que han contado aparte, e independientemente del ritmo, que es lento, y que quizás no sea un tipo de película que a mí me llegue a entusiasmar (drama rural al estilo de “Los Santos Inocentes"), los cojones de esta gente son cuadrados, y si bien técnicamente posee muchas, muchas carencias, al final resuelven la papeleta con solvencia, saber hacer y si la película estuviera firmada por un Arturo Ripstein (por poner un ejemplo) en lugar de por Javier Nadares, voluntarioso director de de “Biografía de un esclavo”, dirían que se trata de una película vanguardista.
La absoluta seriedad con la que se enfrentan al material que abordan y el que se salen de la norma de los establecido (por estupidez general) dentro del """cine underground""", hacen de esta película algo distinto y a tener en cuenta.
Yo no puedo decir que me haya gustado, por momentos incluso me he aburrido, pero porque no es mi tipo de película. Sin embargo, nada tiene que envidiar a esos dramas rurales producidos con millones que de vez en cuando llegan a nuestros cines dirigidos por directores de renombre. Esto no ha costado casi dinero… y el resultado es casi el mismo.