miércoles, 17 de diciembre de 2014

PIERINO TORNA A SCUOLA

La tercera entrega del, digamos, Jaimito oficial, el interpretado por Alvaro Vitali, es un absoluto despropósito de cabeza a pies, además de una rareza un pelin oscura.
Resulta que en plenos años 90, al propio Vitali, cuya carrera peligraba con derrumbarse, pensó que lo mejor que podía hacer era volver a ponerse en la piel del personaje que más fama le había dado a niveles, incluso, internacionales –con permiso de “Amacord”- que no es otro que Jaimito (Pierino para los italianos). Para ello, retoma la saga que tan bien dirigió Marino Girolami y  sin cambiar ni un ápice la formula y la estructura de las dos películas precedentes, le dan la dirección del proyecto al artesano director especializado en comedia Mariano Laurenti (“La profesora y el último de la clase”, “Jaimito y la enfermera arman la guerra en el hospital”, en definitiva, “Sexy movies” Italianas) quien se ciñe a lo que se hizo con las otras películas. Entonces, tenemos la típica sucesión de chistes populares filmados como grueso de la película, que van hilados por un mínimo argumento que le da “coherencia” al conjunto. Así, tenemos a un Jaimito ya entrado en años al que, tras su fracaso en el mundo laboral, decide volver al colegio a sacarse, aunque sea, el graduado escolar. Por otro lado, hay unos problemas financieros con el restaurante de su padre y, por si esto fuera poco, recibe una llamada del estado para incorporarse a filas, porque tiene ya la edad de hacer la mili.
Hasta ahí todo bien, tenemos lo que se espera de una película de Jaimito, del Jaimito de Vitali. Lo que pasa es que la película, salvo por el personaje de Jaimito, no tiene nada que ver con la saga. Digamos que transporta al personaje a un universo distinto al de las películas anteriores, esto es;  que su familia es la misma, mamá, papá, y hermana, pero son otros personajes distintos a los de las otras películas. Por otro lado, en vez de tener abuelo, tiene abuela. Y aquí viene el dato raro: la abuela es la misma que la del Jaimito de Umberto Lenzi  “Jaimito va a la escuela”, que no era el oficial – no era Vitali, sino, Giorgio Ariani quien interpretaba al retarder-  o sea ¡que retomamos con Vitali, en el rol del Jaimito clásico, el universo del Jaimito exploitation, pero usando elementos del Jaimito oficial! ¿Me explico? Es que todo el tema de Jaimitos, es un lío de pelotas.
Además, si el resto de películas de Jaimito transcurría en una ciudad indefinida, esta transcurre claramente en Roma, y vemos su coliseo, sus ruinas y demás símbolos icónicos de la ciudad.
Por lo demás, lo mismo: Jaimito puteando a los profesores, Jaimito enamorándose de la suplente, Jaimito con el niño –otro niño- para arriba y para abajo. Pero el principal problema de este “Pierino torna a scuola”, es que repite muchos de los chistes que ya hemos visto en las películas anteriores. Esto, en los años 90, ya no tenía lugar en los gustos del público italiano, por lo que la película fue un fracaso estrepitoso, que mermó más de lo que  ya de por si estaba la carrera de Vitali.
Así que esta película es el gen de “Pierino Stecchino” de Claudio Fragasso, cuarta y oficial, parte de la saga, aunque no lo parezca.
Resulta que tras el fracaso de “Pierino torna a Scuola”, Vitali quiso reponerse, y para ello contó con el equipo de producción de la anterior película, contrató a Fragasso, y con una jeta tremenda, no se le ocurre otra cosa que plagiar la película de moda de la comedia Italiana en aquellos años “Johnny Palillo” de Roberto Benigni ( o lo que es lo mismo “Johnny Stecchino”) y titularla “Pierino Stecchino”, se ve que en la película se mete a Jaimito en una trama parecida, sin respetar en absoluto el universo de Jaimito. Antes de que la película se estrenara, Benigni se enteró de que le estaban expoliando  las ideas y les demandó. Ganó el litigio, por lo que el juez sentenció que esa película, “Pierino Stecchino” no podía ver la luz jamás, y hasta ahora permanece inédita. Así que los esfuerzos de Vitali por volver a ser lo que fue en los ochenta, fueron en balde y su carrera no volvió a ser la misma. Fascinante.
En cuanto a “Pierino torna a Scuola”, evidentemente, se trata de la peor de la saga, que si las dos primeras tenían su gracia, lejos de ser algo parecido a buenas películas, esta es directamente, una basura tremenda, la consecuencia de las ansias de fama de un actor que en un momento de su carrera la tuvo, y por lo tanto una película que no debería existir. Es un coñazo insoportable.
Claro, que me gustaría poder ver la de Fragasso…