lunes, 15 de junio de 2015

THE FLUFFY MOVIE

Odiando como odio a esos farsantes sin talento –“americanas y camiseta, voy de listo y de gran enterado sobre cultura popular y en realidad no tengo ni puta idea, no tengo ni puta gracia ni aunque lo intentara”- que son los monologuistas (y a su público, que lo tienen, ya ni os cuento) sin embargo, soy un gran aficionado, llámenme esnob si quieren, a la comedia americana,  a los cómicos de micro americanos; Andrew DiceClay, Richard Pryor, Chris Rock, Eddie Murphy… es otro rollo más fresco, más ingenioso y, por supuesto, más americano. Si no lo inventaron ellos, poco les faltó. Pero es que la diferencia, no ya en el humor de esta gente, sino en la ejecución de las actuaciones, es notorio. No me comparen por ejemplo, a Chris Rock, con Dani Rovira ¡por dios! Años luz de diferencia. Y estoy seguro de que Rock se mofaría, escupiría, robaría y despreciaría a un bobo servil como el Rovira. Que tipo más repugnante. Es el típico que si leyera esto y se ofendiera, se tiraría un rato largo escribiendo una parrafada súper ingeniosa que le situara un peldaño por encima de mí, empleando en ello todo su esfuerzo y tiempo. Su talento no, porque no lo tiene. Todo muy previsible. Sin embargo si Chris Rock, leyera esto y se ofendiera, contestaría con un contundente y fresco “Fuck off, fucking nigga!” y listo. Y sería más gracioso que la pretenciosa y curradísima réplica del Rovira. No se si me  he explicado bien intentando resaltar la principal diferencia. En cualquier caso, y como diría Chris Rock, si no me he explicado ¡Que les jodan, negros!
Los subnormales de los monologuistas (así se autodenominan los de aquí, quizás porque esa palabra tiene más prestigio que comediante… hijos de la gran puta) no dejan de ser paletos de mierda que se disfrazan (literal, se visten como creen que debe vestirse un mongologuista) de comediantes americanos, y los cómicos americanos, en realidad son macarras que se han convertido en actores de comedia, básicamente, por ser ellos mismos. De hecho, frecuentes son las denuncias por  malos tratos a muchos comediantes americanos. Pero eso sería otra historia. A lo que voy es que los americanos, son auténticos, son de verdad.
Sirva esta introducción para decir que me gustan los “Standup” americanos, lo que llega de los yankies, me lo como. Y lo que llega bien subtituladito, por la vía ilegal faltaría más (aunque en su momento si que se editó en nuestro país el “Raw” de Eddie Murphy), suelen ser las “Concert Movies”.  ¿Que qué son? No hace falta ser una lumbrera: “Películas concierto”. A este género se adscriben aquellas películas que se ruedan para cine y que nos están mostrando un espectáculo en directo, ya sea musical o cómico. Las hay de conciertos musicales, pero las que suelen triunfar, suelen ser las de los cómicos. Ya he reseñado yo aquí alguna: “Cheech andChong´s Hey watch this” o “Dice Rules”. Y estas películas, salvo si tienen una introducción ficcionada, que suele ser habitual, lo cierto es que tampoco tienen nada reseñable más allá de si el cómico es bueno o malo (por eso también esa introducción al odio, que nunca está de más). Pero déjenme presentarles al cómico de moda en los USA, Gabriel Iglesias, también conocido como “Fluffy” algo que traducido vendría a ser “Fuertecito” o similar.  Obeso de 200 kg (ahora ha adelgazado 50 kilos, y bajando… por salud)  de ascendencia mexicana, fan acérrimo de Eddie Murphy – de hecho se dedica a la comedia gracias a ver en su infancia, una y otra vez, el “Raw”- que se introdujo en el mundo de la comedia de micro a mediados de la pasada década. Su humor se basa sobre todo en un fluido “Storytelling” (contar historias), su facilidad para hacer voces y sonidos al más puro estilo Michael Winslow –pero mucho más comedido en la utilización de estos- y en los chistes sobre su peso, los de mexicanos y, por increíble que pueda parecer en esto de triunfar en la comedia, su humor es palpablemente más blanco que el de cualquiera de sus coetáneos. Eso no es óbice para que sea la sensación en los USA, vendiendo más de un millón de copias de uno de sus shows en DVD. De hecho, sonado fue un tour mundial que hizo con uno de sus espectáculos, incluyendo la India, latino América y Europa… y en España, que tanto nos gusta ver a Dani Rovira o al otro gilipollas calvo con barbas, Gabriel Iglesias es un completo desconocido. Supongo que es normal… tampoco sabemos Inglés, no como en todos esos otros países.
“The Fluffy Movie” vendría a ser su primera “Concert Movie”, filmada durante su actuación en la Bay Area de San Francisco donde obtuvo un éxito arrollador. Y está muy bien. Cuenta, como antes he dicho, con esa introducción ficcionada, en este caso autobiográfica en la que por un lado, vemos como fue concebido (a su madre se la tiró un mariachi que quiso saber nada del niño), por otro somos testigos de la devoción de “Fluffy” por Eddie Murphy en la adolescencia, para luego dar paso a su actuación si mayores estridencias.
He de decir que la copia subtitulada que rula por la red de “The Fluffy Movie”, está muy bien subtitulada, o sea que pescas todos los gags y los chistes a la perfección; Gabriel Iglesias, quizás no sea el cómico más gracioso del mundo, pero da gusto escucharle. Está suelto como una culebra en el campo, fluido y entretenido de pelotas. Es mejor lo que cuenta que los chistes que pueda hacer, y ahí radica la gracia y  entiendo de sobra su éxito. Amén de la introducción de sonidos en sus historias. Así que si, “The Fluffy Movie” es un  soplo de aire fresco dentro de las “Concert Movies” y Gabriel Iglesias un cómico nuevo a tener en cuenta, que todavía no ha dado el salto a la gran pantalla como protagonista, pero es muy bueno; que lo haga es solo cuestión de tiempo.
No obstante, las cámaras de cine no le pillarán de nuevas cuando protagonice una peli, ya ha hecho episódicos en alguna que otra “Sitcom”, mucho doblaje de dibujos animados en películas como “Aviones” u “Operación Cacahuete” y un papel secundario en  “Magic Mike”, siendo el papel más protagónico hasta la fecha el que hizo en “A Haunted House 2”, la secuela de “Paranormal Movie”. Pero no le corre mucha prisa… es el rey actual de la comedia de micro y creo que ahí, él se siente estupendamente.
En cuanto a “The Fluffy Movie”, muy bien rodada en el sentido de que Iglesias sabe donde están las cámaras y lo usa a su favor,  y que hay las suficientes y está lo bastante bien montado como para que el espectáculo mantenga un ritmo, está dirigida por Manny Rodríguez que, bueno, se dedica a hacer cosas de estas, aunque algún  telefilme también ha caído.
En definitiva, muy recomendable. Se pasa un rato agradable y no vergüenza ajena como con quienes ustedes ya saben.